Atentado en Bogotá en pleno desarme de las FARC

La Voz

INTERNACIONAL

RAUL ARBOLEDA | afp

Ningún grupo reivindica el ataque contra un centro comercial con tres mujeres muertas

19 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Día de duelo en Bogotá. El exclusivo centro comercial Andino fue el escenario de un atentado calificado por el presidente Juan Manuel Santos como un acto «vil, cruel y cobarde». Una bomba colocada en uno de los baños de señoras acababa el sábado con la vida de tres mujeres, dos colombianas, de 27 y 31 años, y una voluntaria francesa, de 23. Ocho personas más resultaron heridas.

Santos coordinó ayer una reunión del Consejo de Seguridad. Uno de los objetivos era arrojar luz sobre los culpables. Ningún grupo había reivindicado el atentado. El presidente dijo que los investigadores manejan tres hipótesis concretas, pero se negó a mencionarlas para, según él, «no dañar la investigación».

El atentado se produce en pleno proceso de desarme de las FARC. Concluirá probablemente en una semana. La guerrilla condenó inmediatamente el atentado. «Los que quieren aguar la fiesta de la paz no van a tener éxito, y si esto es una manifestación en ese sentido, tengan la completa seguridad de que a esos enemigos de la paz los vamos a perseguir sin tregua ni cuartel», señaló Santos.

Las miradas de la prensa local se ciernen sobre el ELN, la segunda mayor guerrilla del país, que inició en febrero su propia negociación de paz con el Gobierno. El ELN ha sido el autor de once atentados en Bogotá en los últimos dos años, en su mayoría bombas de baja potencia o panfletarias. Son los responsables del asesinato de dos policías en diciembre de 2016 y el pasado febrero. También condenaron el «execrable» atentado. Si el ELN fuese el culpable, el Gobierno podría levantarse de la mesa de negociaciones.

Otra posibilidad es que los autores formen parte del Movimiento Revolucionario Popular, un grupo que ha tenido presencia en Bogotá desde agosto, con la colocación de explosivos de baja potencia. Tendría vínculos con milicias urbanas del ELN y también con extremistas de las universidades públicas.

También se sospecha de la banda narcoparamilitar del clan del Golfo. Activó recientemente un plan Pistola que ha supuesto la muerte de una decena de policías. Las autoridades tenían constancia de la preparación de «algo grande» en Bogotá o Medellín, según pudieron conocer en comunicaciones interceptadas al grupo. Pretenden que el Estado les considere un grupo político alzado en armas para buscar un posible acuerdo de paz. Otra posibilidad es que el atentado lleve la firma de los disidentes de las FARC, unos 300, aunque los expertos creen que están más centrados en continuar sus actividades de narcotráfico.