Moscú persigue la cabeza del califa

La Voz MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

ESTADO ISLÁMICO | EFE

El Ministerio de Defensa ruso investiga la muerte del líder del EI en un bombardeo en las afueras de Raqa

17 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No es la primera vez que dan por fallecido a Abu Baker al-Bagdadi, pero sí es la primera ocasión en que son los rusos quienes aseguran estar detrás de su muerte. Si se confirma la noticia difundida ayer por el Ministerio de Defensa ruso sobre la posibilidad de que el líder del Estado Islámico (EI) muriera en mayo en un bombardeo de la aviación de Moscú, el mundo podría respirar aliviado por haberse librado del terrorista número uno del mundo.

La Inteligencia militar del país trata de determinar la certeza de la información. Según los rusos, aviones de combate Sujói-35 y Sujói-34 atacaron entre las 00:35 y las 00:45 horas del 28 de mayo una reunión del consejo militar del EI al sur de la ciudad siria de Raqa, todavía su principal bastión. El operativo estuvo precedido por un amplio trabajo de acopio de datos de Inteligencia, incluyendo la obtenida por un dron de reconocimiento inmediatamente antes del bombardeo.

La incursión, según el Ejército ruso, produjo la muerte de decenas de mandos del grupo terrorista, de alto rango y de nivel intermedio, y cerca de 300 combatientes que acudieron como fuerza de protección. Entre los muertos se cree que estaría Al-Bagdadi, autoproclamado califa en julio del 2014, y también el emir de Raqa. De esta operaciónse informó con antelación a EE. UU.

Al jefe del Estado Islámico, nacido en 1971 en Samarra (Irak) y por el que Washington ofrece una recompensa de 25 millones de dólares (22,3 millones de euros) se le ha dado por muerto varias veces. Por eso, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, llamó a la cautela. «Estoy al corriente de estas informaciones pero no puedo confirmarlas al cien por cien», declaró. La coalición internacional que actúa en Siria bajo el liderazgo de Estados Unidos tampoco pudo confirmar que Al-Baghdadi esté muerto.

Un objetivo clave

No le faltan enemigos al autoproclamado califa, mezcla de líder religioso y militar que desde junio del 2014 lidera el califato establecido por el EI entre Siria e Irak. De aquel verano datan las únicas imágenes que se han difundido de él, dirigiendo la oración del viernes en la mezquita de Grand Al-Nouri de la hoy cercada Mosul para pedir a los musulmanes obediencia.

La breve historia de un califato que parece estar en las últimas debido al cerco sobre Raqa, en Siria, y Mosul, en Irak, está marcada por la sangre y la extrema violencia de un grupo que ha impuesto la limpieza cultural y sectaria allí donde ondeaba su bandera negra. Un ejército tan mediático como reservada es su cabeza visible, cuya última aparición fue un mensaje de voz en noviembre llamando a los suyos a resistir frente al avance iraquí en Mosul. A los pocos días, el gobernador de Nínive aseguró que Al-Bagdadi había huido de Mosul, feudo del EI en Irak.

Lugartenientes abatidos

Fuentes oficiales iraquíes consultadas por Reuters señalaron que el fugitivo de Mosul nunca había llegado a cruzar la frontera siria. Hasta el momento han sido los estadounidenses los que se han apuntado las muertes de sus lugartenientes más importantes: su número dos, Abu Ali al-Anbari; el responsable militar del EI, Abu Omar al-Shishani, y el encargado de prensa, Abu Muhammad al-Furqan.

La confusión rodea a Abu Baker al-Bagdadi desde el 2005 cuando Estados unidos anunció la muerte de Abu Dua, uno de sus apodos. Reapareció en el 2010 al frente del entonces llamado Estado Islámico en Irak (ISI), que era aún la rama oficial iraquí de Al Qaida. Ibrahim el-Samarrai, su nombre original, se unió a la insurgencia tras la invasión estadounidense de Irak, en la que creció a la sombra de Abu Musab al-Zarqaui, uno de sus grandes ejemplos junto a Osama bin Laden. Tras el estallido revolucionario en Siria llevó sus operaciones al otro lado de la frontera y en el 2013 provocó la ruptura con Al Qaida al mantener abierto el frente sirio pese a que esta última organización designó al Frente Al Nusra como su brazo oficial en el país. Ahí empezó la pugna entre los dos grupos, Al Qaida y Estado Islámico, por convertirse en la mayor amenaza yihadista mundial y Al-Bagdadi ha logrado eclipsar a Ayman al-Zawahiri, el sucesor de Bin Laden.