Los socios de Temer buscan sustituto para el presidente

f. e. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

UESLEI MARCELINO | REUTERS

Miles de mujeres se manifestaron en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, para pedir la renuncia del presidente

13 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Michel Temer, presidente de Brasil, salvó el pasado sábado la primera de las bolas de partido en contra de su deseo de agotar el mandato y entregar el relevo el 1 de enero del 2019 a un nuevo jefe de Estado salido de las urnas. El Tribunal Superior Electoral le absolvió de un supuesto delito de financiación ilegal en la campaña electoral que se saldó con la victoria de Dilma Rousseff -también absuelta- en el 2014.

Ayer, miles de mujeres se manifestaron en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, para pedir la renuncia de Temer, reclamar elecciones directas y una mayor representación femenina en la política nacional. Pero esas protestas callejeras son el menor de los problemas de Michel Temer a corto plazo. 

¿De qué depende el futuro del presidente?

Temer se la juega en dos pistas diferentes. En la judicial, el Tribunal Supremo brasileño decidió abrir una investigación contra el mandatario por los presuntos delitos de corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita. Si prospera y tiene que acudir como imputado, sería inmediatamente destituido. Además, la base aliada de Temer se debilitó después de que el dueño de la empresa cárnica JBS acusara al jefe de Estado de recibir sobornos desde 2010 y le implicara directamente en un escándalo de corrupción que le ha puesto contra las cuerdas. El segundo escenario es el político: privado de alguno de sus más directos colaboradores por los distintos casos en los juzgados y con la mayor parte de su gabinete imputado, su futuro depende también de mantener los equilibrios políticos con sus socios. Su partido, el PMDB, es de centroderecha, mientras que su principal -e imprescindible- aliado, el PSDB, es socialdemócrata. 

¿Tiene garantizado Temer el apoyo de la mayoría parlamentaria?

Hasta ayer, parecía el menor de sus problemas. Pero el PSBD se reunió ayer de urgencia en Brasilia para decidir su papel a corto plazo. Una facción cada vez más numerosa del partido, encabezada por el expresidente Fernando Henrique Cardoso, está a favor de retirar todo el apoyo de inmediato. Incluso ha contactado con Nelson Jobim para sondear su predisposición a relevar a Temer si se precipita su caída. Jobin fue ministro con el propio Michel Temer y con Dilma Rousseff. Su principal problema es que su nombre también aparece en varios sumarios por corrupción. 

¿Quiénes son los «cabeças pretas»?

Son un grupo de enorme influencia en el ala más juvenil del PSDB. Liderados por el joven diputado Daniel Coelho, se han convertido en la fuerza de choque de la vieja guardia socialdemócrata para exigir la retirada de los apoyos de Michel Temer y una completa regeneración de la clase política. 

¿Qué hará el presidente brasileño?

Su hoja de ruta solo pasa por resistir en el palacio presidencial hasta las elecciones que tendrían que celebrarse a finales del próximo año y a las que no concurrirá. Intenta refugiarse en los buenos datos de los principales parámetros económicos del país para sobreponerse a las críticas. «Voy a dejarle un país mejor del que me encontré a mi sucesor», repite a menudo.