Holanda, setenta días sin Gobierno

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

REMKO DE WAAL | AFP

Las negociaciones con siete partidos están bloqueadas, tras no cuajar ninguna combinación política

28 may 2017 . Actualizado a las 09:47 h.

Han pasado más de 70 días desde que los holandeses acudieron a las urnas. Una cita que acabó con la derrota del xenófobo Geert Wilders (PVV) y con el futuro incierto en torno a la gobernabilidad del país, que hoy sigue a la espera de que cuaje alguna combinación política. Tras dos rondas de negociaciones, la situación está bloqueada. ¿Cómo es posible si hay trece partidos con representación en la Tweede Kamer? «Falta voluntad política y compromiso», aseguró esta semana la negociadora principal y ministra de Sanidad, Edith Schippers.

Nadie se muestra dispuesto a ceder para tratar de forjar una coalición de mayoría a la que aspiran los liberales de centroderecha (VDD) del primer ministro Mark Rutte, los conservadores de la CDA y los liberales de centroizquierda del D66. Entre las tres formaciones solo alcanzan 71 de los 76 escaños que requiere la mayoría. La elección de la cuarta pata está siendo una auténtica pesadilla. El líder del D66, Alexander Pechtold, se niega a embarcar en el Gobierno a la Unión Cristiana (UC), una alianza «indeseable» que dejaría a los progresistas lidiando con tres formaciones de derecha. Quieren un socio de izquierdas.

¿Los socialdemócratas del PvdA? No están para coaliciones. Ellos mismos se han excluido tras la humillante e histórica derrota que sufrieron en marzo. ¿Los socialistas del SP? No quieren ni oír hablar de pactos con el VDD de Rutte, promotor de los recortes sociales de las dos últimas legislaturas. ¿Los verdes del GroenLinks? Esa vía fue explorada sin éxito esta misma semana. Sus posiciones favorables a una política migratoria más flexible y transigente choca frontalmente con el deseo del VDD de endurecer la ley de asilo.

Y, ¿ahora qué? En vista del punto muerto en el que se encuentran las negociaciones, Schippers no descarta la formación de una coalición en minoría para superar el bloqueo. Un Gobierno tremendamente frágil que podría derrumbarse a la primera de cambio. Según los expertos, un Ejecutivo en minoría se puede sostener con mayor facilidad en épocas de crisis, cuando se puede blandir el «interés nacional» como herramienta para disciplinar a los partidos, pero con el horizonte más despejado es difícil que las formaciones renuncien a sus líneas políticas. 

Línea roja

La única barrera que ningún partido está dispuesto a sobrepasar es la de pactar con el PVV. Wilders sigue aislado tras el cordón sanitario que han pactado todas las fuerzas de izquierda y derecha para evitar que gobierne. «Es una vergüenza», se quejaba el islamófobo esta semana antes de pedir a los dos principales partidos holandeses que se sienten a negociar con él: «La hora del recreo se ha terminado, designemos a los tres principales partidos para la búsqueda de una coalición», trató de persuadir.

Aunque Holanda está acostumbrada a los Gobiernos mixtos y ha llegado a estar hasta 208 días sin Ejecutivo, el tiempo apremia en esta ocasión. La aprobación de los nuevos presupuestos está en el aire.