El último zarpazo terrorista ha puesto de relieve la importancia que tendrá en el futuro la coordinación entre los 27 y el Reino Unido cuando los británicos abandonen la Unión
24 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La Unión Europea despertó este martes con la sensación de una pesadilla recurrente. Otro ataque terrorista. Todavía en shock, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, condenó el «brutal ataque» yihadista: «Me rompe el corazón pensar que, de nuevo, el terrorismo ha intentado infundir miedo donde debería haber alegría [...]. Hoy lloramos con vosotros», les transmitió a los británicos, a los que tendió la mano para ofrecer toda la ayuda de sus socios europeos, aparcando por un momento las tensiones del brexit: «Trabajaremos codo con codo a vuestro lado para luchar contra aquellos que buscan destruir nuestro modelo de vida. Subestiman nuestra fortaleza. Estos ataques cobardes solo reforzarán nuestro compromiso de trabajar juntos», aseguró el luxemburgués.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, anunció: «He contactado con el ministro Boris Johnson para ofrecerle todo el apoyo y fortalecer el intercambio de información y cooperación en contraterrorismo. Todas las redes de la UE están a disposición del Reino Unido».
Sin duda, el último zarpazo terrorista ha puesto de relieve la importancia que tendrá en el futuro la coordinación entre los 27 y el Reino Unido cuando los británicos abandonen la Unión. Una colaboración que en la carta de divorcio de la premier Theresa May quedaba en el aire si no se garantizaba un pacto beneficioso para el país: «Si fallamos en alcanzar un acuerdo, en términos de seguridad significará que nuestra cooperación en la lucha contra el crimen y el terrorismo se debilitará. En este tipo de escenario, tanto el Reino Unido como la UE podrían tener que lidiar con los cambios, pero no es el resultado que ninguna de las partes debería perseguir».
¿Y el futuro?
La pregunta que asalta ahora es cómo puede afectar el brexit a la seguridad en los 27 y el Reino Unido. ¿Encontrarán los yihadistas más facilidades para sembrar el terror si se cierran todos los canales de cooperación?
El brexit cerraría el acceso de los británicos a las bases europeas de intercambio de información, todavía infrautilizadas porque la mayor parte de los intercambios se producen de forma bilateral. Pero esto está cambiando como consecuencia de las brechas de seguridad descubiertas tras los sucesivos atentados que sufrió la UE en los últimos dos o tres años y que dejaron al descubierto la falta de cooperación entre socios europeos. Los británicos no pueden prescindir de la información que recopilan los servicios de inteligencia de los 27 en torno a los movimientos de yihadistas retornados, sospechosos o condenados, que debería ser volcada en la red de intercambio de información Siena, bajo control de Europol. La falta de acuerdo también podría ser desastrosa para la UE. No solo por tener que prescindir de la información suministrada por los servicios de inteligencia británicos. También por los análisis que elaboran sus equipos a partir de la información que obtiene el Reino Unido de Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia, por su estatus de socio e interlocutor europeo privilegiado.