El «impuesto de la demencia» reduce la ventaja de Theresa May

rita A. Tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Darren Staples reuters

Un plan de recortes castiga a los «tories» en las encuestas

23 may 2017 . Actualizado a las 07:13 h.

Los conservadores británicos empiezan a sudar frío según avanza la campaña electoral por la pérdida de apoyos en la intención de voto que han apreciado las encuestas. La culpa radica en el llamado «impuesto de la demencia» incluido en el manifiesto que presentó la semana pasada Theresa May con la intención de atrapar al electorado laborista tradicional.

Según una medida que no entró en vigor todavía, la gente está obligada a pagar hasta 72.000 libras por el cuidado de un anciano con demencia senil, límite a partir del cual se hará cargo de los gastos el Estado. La propuesta de May pretendía, sin embargo, incrementar el tope a los británicos propietarios de casas valoradas en más de 100.000 libras (unos 160.000 euros), con la garantía de que los afectados no serían forzados a vender la vivienda en vida y de que no se tocarían las herencias por debajo de esa cantidad.

La sorpresa para los conservadoras llegó cuando recibieron los datos del último sondeo de YouGov, en el que su ventaja de 20 puntos sobre el partido de Corbyn pasaba a ser solamente de nueve. La maquinaría del partido se puso ayer manos a la obra para arreglar el entuerto. May pasó al ataque diciendo que sus propuestas «habían sido blanco de falsas afirmaciones hechas por Corbyn, a quien solo le quedan por ofrecer falsedades, miedo y alarmismo».

Su defensa consistió en decir que los conservadores lidian con un sistema al borde del colapso, al tener que atender a una sociedad envejecida y no disponer de nuevos fondos. La primera ministra insistió en que nadie tendría que vender su casa mientras viva para poder pagar por su atención y que los británicos tendrán «algo para que su familia herede después de su muerte». Aunque anunció que los cambios propuestos para la financiación de la asistencia tendrían «un límite», no dio más detalles.

El debate perjudica a los conservadores. El economista Andrew Dilnot recomendó en el 2011 que el tope en los costes totales de atención social fuese de 35.000 libras para que el Estado se hiciese cargo del resto. Sin embargo, los tories prometieron en 2015 que ascendería a de las 72.000 libras a partir del 2020. Ante este panorama, May intentó ayer llevar el debate de vuelta al terreno en el que sabe que los conservadores conseguirán más votos, es decir, el brexit, presentándose como la líder «estable y fuerte» que conseguirá el mejor acuerdo con la UE.