Leopoldo López Gil: «Mi hijo no está preso, está secuestrado»

Elena Larriba García
Elena Larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

INTERNACIONAL

Capotillo

Visiblemente emocionado, volvió a pedir desde Pontevedra pruebas fidedignas de que se encuentra vivo

07 may 2017 . Actualizado a las 08:26 h.

Leopoldo López Gil, padre del líder de la oposición venezolana Leopoldo López, no puede evitar sus temores sobre la situación de su hijo encarcelado en Ramo Verde, después de 36 días de aislamiento total y sin contacto alguno. Ayer estuvo en Pontevedra, en un acto organizado por Ciudadanos (Cs), para presentar el libro Preso, pero Libre que el líder opositor escribió entre rejas. Visiblemente emocionado volvió a pedir pruebas fidedignas de que está vivo.

-¿Cuál es su pálpito como padre?

-Espero que esté vivo y en buenas condiciones. Pero no es lógico tener que preguntar por la vida o la salud de alguien que está, en principio, bajo custodia carcelaria. De esto se deduce que Leopoldo no está preso, está secuestrado por el Gobierno venezolano. Al impedirle ser visitado, la alarma y la angustia es tremenda, sobre todo después de que un periodista respetado dijera tener noticias de que había sido trasladado a un hospital sin signos vitales.

-¿Ese secuestro del que habla es un aviso a otros líderes opositores en un momento de protestas contra Maduro?

-El secuestro es el primer paso a la desaparición y los gobiernos totalitarios hacen uso de ambos instrumentos. El aviso es que no se puede permitir que este modus operandi se instaure en un gobierno, en principio democrático, pero que cada día da más pruebas de ser una dictadura inhumana.

-¿Qué espera de la justicia española con la querella ante la Fiscalía antiterrorista?

-Tenemos la oportunidad de actuar contra el gobierno venezolano de acuerdo a las leyes españolas. Entre los 180 presos políticos de Venezuela hay españoles con doble nacionalidad y es perfectamente legal intervenir en defensa de sus derechos fundamentales. Pero nosotros vamos más allá. Estamos luchando por la libertad de todos los presos políticos.

-¿Cuáles son las últimas noticias que ha recibido de Caracas?

-Acabo de llamar y no hay ninguna novedad. Siguen sin permitirle el acceso a la cárcel para ver a Leopoldo a su madre, a su esposa y a sus niños.

-¿Cuántas veces ha visto el vídeo de fe de vida que emitió el gobierno y ha dicho ese no es mi hijo?

-Al menos una docena de veces y no me convence. Es de pésima calidad y se ve difuminado, tal vez adrede para que no se distingan bien los rasgos del verdadero Leopoldo. El cuerpo parece el de un fisioculturista y aunque mi hijo hace ejercicio en la cárcel y es atlético, no tiene esa musculatura. Mi hija mayor fue la última que lo vio hace un mes y dijo que está fuerte, pero más flaco.

-Además de a la Cruz Roja han hecho otras peticiones para verificar su estado de salud?

-Hemos hecho otra al Nuncio Apostólico de Caracas para que solicite visitar a Leopoldo y dar fe de vida, pero está pendiente de la anuencia del Vaticano.

-¿Cómo ve el futuro de su país?

-A muy corto plazo lo veo todavía envuelto en esa violencia y dificultad para lograr un entendimiento. Pero a medio y largo plazo veo de nuevo un país próspero y lleno de oportunidades.

-¿Permitiría hoy que su hijo se entregara como hizo en su día?

-Me entregaría con él. La frase que dijo entonces sigue vigente. Si el sacrificio que estaba por hacer iba a despertar a nuestro pueblo, bienvenido sea. Y yo creo que ha sido así.

-Se que tenía mucho interés en venir a Galicia. ¿Cómo ve a la comunidad gallega en ese futuro despertar de Venezuela?

-He tenido mucha relación con la Hermandad Gallega en Venezuela. Los gallegos me enseñaron mucho, son grandes emprendedores, y espero que las generaciones nuevas que regresaron a Galicia vuelvan allí con renovados proyectos empresariales.