La oposición lleva el Parlamento a las puertas de la gran cárcel de Venezuela

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MIGUEL GUTIERREZ | EFE

Los diputados hicieron una sesión plenaria ante el presidio donde está Leopoldo López

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Miles de venezolanos acompañaron a los diputados opositores de la Asamblea Nacional a la puerta de la cárcel militar de Ramo Verde, a 30 kilómetros de Caracas, donde exigieron la libertad del preso de conciencia Leopoldo López y de los aproximadamente 160 detenidos políticos del Gobierno de Nicolás Maduro, que en las últimas semanas ha elevado la cuenta en más de 50 nuevos reos por las protestas que exigen elecciones.

En la puerta de la cárcel, los diputados realizaron una sesión parlamentaria para exigir la libertad de los presos políticos y el cese del aislamiento de López, quien no ha tenido ninguna comunicación en un mes, según Amnistía Internacional. En ese penal hay otros 30 presos políticos, destacó el presidente del parlamento, Julio Borges.

Simultáneamente, un grupo de jóvenes estudiantes se apostaron a la puerta de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas. Allí, con sus camisas, desplegaron la consigna «pude haber sido yo», que cita a Yibran Saab, hijo del defensor del Pueblo de Venezuela, Tarek Saab, quien en un comunicado por Youtube expresó esa misma frase horas después de la muerte de Juan Pernalete, estudiante de 20 años, en Caracas, en la manifestación del pasado miércoles.

Aunque el chavismo afirma que Pernalete murió por el impacto de una bomba lacrimógena en su pecho, la policía judicial esgrimió extraoficialmente una tesis alternativa, fuertemente aireada por los afines al Gobierno: que lo habían matado con una «pistola de perno», comúnmente utilizada para sacrificar ganado vacuno. «Fue asesinado con una lacrimógena, todos hemos visto cómo la Guardia Nacional dispara las bombas a corta distancia», señaló el diputado opositor Rafael Guzmán. La tesis fue, al tiempo, objeto de burla y de indignación en las redes sociales.

Paralelamente a estas protestas, otro grupo de diputados manifestó en la sede de la policía política, el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), donde está el grueso de detenidos políticos. Entre quienes dirigieron esta manifestación se encontraba el diputado Rosmit Mantilla, quien pasó más de dos años preso por exigir en las calles, en 2014, la salida del Gobierno de Maduro.

«Ahí hay presos secuestrados porque no hay ninguna razón jurídica para que estén detenidos», señaló la diputada Gabriela Arellano. De hecho, al menos 28 detenidos en la policía política tienen ya órdenes de liberación emitidas por tribunales que son ignoradas por el director del organismo, el general Gustavo González López, que responde ante el vicepresidente de la República, Tareck El Aissami.