Le Pen tiende una emboscada a Macron

Alexandra F. Coego PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

PASCAL ROSSIGNOL | Reuters

La ultraderechista se presenta por sorpresa ante los huelguistas de una fábrica de Whirlpool en Amiens para reventar el primer acto electoral del candidato centrista

27 abr 2017 . Actualizado a las 11:03 h.

Marine Le Pen ha tendido una emboscada a Emmanuel Macron en su primer gran acto electoral. La líder del Frente Nacional (FN) se presentó ayer por sorpresa en la fábrica de electrodomésticos Whirlpool en Amiens, que pronto deslocalizará su producción a Polonia, para reventar la campaña del centrista en su ciudad natal. La trampa funcionó y Macron fue recibido con pitos y gritos de «Marine presidenta». Tras minutos de tensión y barullo, logró zafarse de las cámaras y entablar un diálogo con los obreros sin presencia de los periodistas.

«La respuesta a vuestros problemas no es frenar la mundialización o el cierre de las fronteras, quien os diga eso miente», dijo el centrista a los empleados la factoría. Horas después en un programa de televisión denunció la maniobra política de su rival: «Ha intentado dar un golpe de efecto aprovechándose de una dificultad social». Le Pen se defendió diciendo: «Estoy aquí en mi sitio, exactamente donde debo estar, en medio de los trabajadores que resisten a la mundialización salvaje, ese modelo económico vergonzoso».

Pese al bochorno de Amiens, el líder de En Marcha! recibió ayer el crucial apoyo de Nicolas Sarkozy. El expresidente rompió su silencio para anunciar que votará por él el 7 de mayo,. Aunque lleva meses retirado de los focos públicos, sigue manejando los hilos del partido y su palabra fue decisiva a la hora de unir a los conservadores para mantener la candidatura de François Fillon. Aclaró que es un «decisión de responsabilidad, que en ningún caso significa un apoyo al programa» de Macron. Y aprovechó para llamar a «todos los responsables de la derecha y del centro a reunir energías, talentos y competencias» de cara a las legislativas de mediados de junio.

Batalla legislativa

Expulsados de la segunda vuelta, conservadores y socialistas libran ya entre bambalinas la batalla por el control de la Asamblea Nacional. Según Le Canard Enchaîné, la cúpula del Partido Socialista prevé ya una victoria de Macron, pero «sin mayoría legislativa». El diario satírico reveló que François Hollande comentó que «no habrá una explosión de la derecha ni de la izquierda tras las presidenciales», pero que los socialistas «deberán negociar». Del lado conservador, François Baroin ya se ha ofrecido como primer ministro de Macron. «Si hay un consenso para dirigir el Gobierno, estaré evidentemente disponible», dejó caer.

Tanto la derecha como la izquierda se han puesto de acuerdo en criticar con dureza el silencio de Jean-Luc Mélenchon, el único que no ha llamado a sus electores a votar por Macron en la segunda vuelta. El neocomunista no dirá cuál será su opción personal de voto y en su lugar propone una consulta a los militantes de Francia Insumisa con tres opciones: votar por el centrista, abstenerse o votar nulo. Su resultado se dará a conocer el 2 de mayo.

Su portavoz salió ayer a defender al exministro de Economía de las voces que alertan que su silencio podría enviar votos a Le Pen. «Ni un solo voto debe ir al Frente Nacional, ni uno solo» advirtió, negando que la posición de Mélenchon pudiese ayudar a la extrema derecha. Sin embargo, otros sí podrían venir en asistencia al FN.

El equipo de En Marcha! confirmó ayer que fue víctima de ciberataques «efectuados por profesionales» rusos, aunque «ningún dato de la campaña resultó comprometido» de momento.