El resultado de las elecciones francesas puede tener importantes repercusiones para la economía gallega. El temor a un nuevo brexit en el país galo está encima de la mesa y nuestra economía se juega mucho en las presidenciales francesas del 23 de abril. En la actualidad hay más de 700 empresas gallegas que exportan a Francia, la mayor parte con capital 100% gallego. Francia es el primer cliente comercial de España, llegando a suponer el 16% de todas nuestras exportaciones. Sin duda, la reducida demanda interna de la economía española, obligó a nuestras empresas, tal y como se ha señalado esta semana en la reunión anual del Foro Económico de Galicia, a buscar nuevos mercados para vender sus productos, y Francia se fue poco a poco convirtiendo en un cliente preferente para España y Galicia. Nuestra comunidad autónoma ha sido una «alumna aplicada» y ha sabido orientar una parte muy importante de su producción a la demanda del país galo.
En efecto, Galicia es la segunda región española que más exporta a Francia. Nuestras ventas se focalizan, como es conocido, desde las provincias de Pontevedra y A Coruña, sobre todo por la industria de la automoción (grupo PSA-Citroën) y textil (grupo Inditex). El país galo es el principal cliente de la producción de automoción española. España vende a Francia casi la cuarta parte de los vehículos producidos, siendo el 35% producidos en Galicia. En el textil, las ventas gallegas a Francia suponen el 45% del total nacional. A estas dos importantes industrias, hay que añadir la actividad conservera y pesquera. Este es el «núcleo duro» de nuestras ventas, pero se podrían señalar muchos más ejemplos.
Como es evidente, si se produce una nueva salida de un país de la UE, esto supondrá un importante varapalo a la unidad económica y social en Europa, que incluso sería más relevante que la retirada del Reino Unido ya que, a diferencia de este último caso, Francia es un país de la zona euro y, además, uno de los grandes defensores de la UE.
A nivel comercial para España y especialmente para Galicia, por las cifras señaladas, una potencial salida de Francia de la UE, supondría unas mayores restricciones a las exportaciones, lo que perjudicaría notablemente la senda de recuperación económica que hemos iniciado en 2014. De producirse, habría que esperar al futuro acuerdo comercial entre Francia y el resto de países de la UE, pero que sería a todas luces, no tan bueno como las actuales relaciones comerciales.
No hay que olvidar que tanto el crecimiento de las exportaciones de Galicia a Francia, como la implantación de empresas francesas en Galicia, responde al buen clima comercial. Habrá que estar atento al nuevo panorama político y mirar cómo se desarrollan los acontecimientos políticos en Francia. Aún es pronto para preocuparse, pero es mejor estar preparados.
Alberto Vaquero pertenece al Grupo GEN de investigación de la Universidade de Vigo