Los empresarios gallegos en vilo, para que Le Pen no gane

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Relación comercial entre Galicia y Francia
La Voz

Los empresarios creen que solo un proteccionismo radical dañaría las ventas a su principal mercado extranjero

23 abr 2017 . Actualizado a las 12:19 h.

Para Galicia, Francia es el principal cliente extranjero. Cerca de 800 empresas venden allí su producción, por la que facturaron 3.900 millones en el 2016. El país galo es el segundo consumidor de conservas y mariscos, el segundo gran contratista del metal y el primer mercado de vehículos y componentes.

El vecino del norte es el que más compra, pero también se sitúa año tras año entre los que más invierte (el segundo por detrás de Portugal). Por sectores, destaca la automoción, con el grupo PSA al frente de multinacionales como Faurecia, Adhex, ACS o MGI Coutier. Pero también resalta la apuesta por el mercado gallego de la gran distribución, con Alcampo y Carrefour como referentes; o el de la alimentación, en el que brilla el grupo lácteo Lactalis.

Aunque los resultados definitivos se verán en una segunda vuelta, Galicia se juega mucho en las elecciones presidenciales francesas, y es lógico que los empresarios sigan con interés el proceso electoral, aunque confiados en que el resultado no vaya a alterar los lazos económicos.

«No veo una amenaza ligada a las elecciones francesas, porque cuento con que Le Pen no ganará», afirma Antonio Vega, presidente del grupo gallego de automoción Viza, proveedor de PSA y Renault. «La ola de proteccionismo que viene de Trump acabará afectando, aunque en mucha menor medida, a todo el mundo», asegura.

El vecino francés compra mucha moda gallega fabricada por los tres grandes: Inditex, seguido de lejos por Textil Lonia y Bimba y Lola. Aunque no es un mercado fácil para los más pequeños, a quienes, por volumen, preocupa mucho más el impacto del brexit. «Para nuestro nicho de mercado, el brexit sí supone un motivo más serio de preocupación que Francia», afirma Sandro Portela, de la firma de moda Oky Coky.

Sin sobresaltos

Hay muchos productos de alimentación que llegan a las mesas francesas. «No hay motivo de sobresalto, a no ser que se produjeran decisiones drásticas, como una salida del euro, pero entonces ya estaríamos hablando de una crisis a nivel global», afirma Juan Manuel Vieites, secretario general de Anfaco, la patronal de la industria conservera. «De quién gane dependerá un mayor o menor grado de proteccionismo, pero el mundo es tan global que nunca te puedes autoabastecer del todo. Todo el mundo necesita del mercado internacional», asegura Vieites.

El sector gallego del metal tiene un fuerte volumen de negocio en Francia a través de empresas de estructuras metálicas, auxiliares del naval o proveedoras de centrales nucleares. Es el caso de Integasa, Extrugasa, Industrias Ferri, Aíster, Navaliber, Inasus o Emesa. Pero tampoco hay temor. «El proteccionismo en Francia siempre ha existido. Es un mercado difícil, pero vamos a confiar en que, aunque ganase Le Pen, nuestra competitividad va a estar por encima», afirma Enrique Malón, secretario general de Asime, la patronal gallega del metal, quien sí llama la atención sobre un riesgo ya latente en todo el mundo. «Hay dirigentes políticos que influyen de manera decisiva en el desvío de un proyecto de calado, y nuestro sector se está enfrentando a mercados en los que está creciendo ese proteccionismo, como Brasil, Reino Unido, México; y a ver qué pasa en Estados Unidos», afirma.

Alerta, pues, entre los empresarios. Pero ¿qué dicen los analistas? «Tenemos libertad de tráfico de mercancías. Las aduanas solo se podrían cerrar si Francia se va del euro, y entonces ya estaríamos hablando de una crisis como la que generó Grecia», afirma Venancio Salcines, analista del grupo Colmeiro. Advierte que habría riesgos si Francia entrara en recesión, pues afectaría directamente al consumo.