El Elíseo para los pies a Fillon tras atacar a Hollande

ALEXANDRA F. COEGO PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

CAROLINE BLUMBERG | efe

El conservador sugirió en un mitin la existencia de un «gabinete negro» dentro del gobierno

26 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La palabra «maquinación» fue la gota que colmó el vaso. François Hollande, que hasta ahora se mantuvo al margen de los constantes ataques de François Fillon, rompió su silencio para defender al Elíseo. «No puedo entrar en el debate porque no soy candidato, pero hay una dignidad a respetar y Fillon está lejos de hacerlo», explicó. El conservador sugirió en un mitin la existencia de un «gabinete negro» dentro del gobierno, una expresión francesa del siglo XVII que designa a una organización monárquica y secreta que controlaba el contenido de las cartas enviadas en la época. Un concepto con el que lleva años obsesionado, según varias fuentes. «La única forma de salvar a la izquierda es matando a Fillon», acusó el candidato ante su electorado. No obstante, la radicalización de su discurso no le hace ningún favor en los sondeos. El conservador sigue perdiendo terreno frente al centrista Emmanuel Macron y no acumula más del 17 % de la intención de voto, en tercera posición.

Desde que la Fiscalía abrió una investigación en relación los empleos ficticios de su mujer y sus dos hijos, Fillon se ha quejado de que su dosier está siendo tratado «demasiado rápido». Sin embargo, la apertura de una investigación el pasado lunes al exministro del Interior, Bruno Le Roux, indica que su situación no es excepcional. Le Canard Enchaîné reveló el caso Penelopegate el 25 de enero y la Fiscalía tardó un mes en abrir una investigación. En el caso de Le Roux, acusado de enchufar a sus dos hijas adolescentes, apenas tardó 24 horas. Su dimisión vino el mismo día, lo que puso en una posición incómoda a Fillon, empeñado en seguir adelante con su campaña pese a ser imputado. Además, ayer se desveló que recibió un reloj de 10.000 euros como regalo de un empresario italosuizo poco más de una semana después de saberse que recibió dos trajes de otro mecenas por 13.000 euros, más otros «pagos en efectivo» que suman cerca de 35.000 euros.