«Aysha tiña moito medo ao integrismo»

d. vázquez BETANZOS / LA VOZ

INTERNACIONAL

ADRIAN DENNIS | Afp

La familia sigue en estado de «shock» y a la espera de que les permitan recuperar el cuerpo

25 mar 2017 . Actualizado a las 16:59 h.

La familia de Aysha Frade continúa conmocionada por el atentado, que no acaban de asimilar, y a la espera de los avances en la investigación de las autoridades británicas les permitan recuperar su cuerpo. Pese a la atención ofrecida desde el primer momento por la policía, que incluso fue a recoger a las hermanas, al cuñado y a los tres sobrinos al vuelo para agilizar su llegada a Londres, el sentimiento tanto del viudo, sus dos hijas, sus dos hermanas y de la madre sigue siendo el de estupor por la pérdida. «A nai segue sen crer que non volverá, é a filla pequena e cre que se puideron equivocar», explica un portavoz familiar sobre una mujer, oriunda de Santiago y que presintió el trágico final de su hija. Ella, una octogenaria a la que definen como «dura» por una vida en la emigración aunque delicada en estos momentos de salud, supo del atentado por la televisión y lo primero que hizo fue llamar a Aysha. La falta de respuesta le hizo presagiar que había sido una de las víctimas y su primera reacción fue llamar a Galicia para transmitir ese temor.

Destrozo

«Chamou dicindo que a Aysha lle pasara algo», comenta este familiar recordando un aviso al que inicialmente no quisieron dar credibilidad. En la casa de la madre, como otros muchos días debido a la relación diaria y su proximidad al colegio donde iban las pequeñas, a 500 metros de su vivienda, estaba John Frade, el marido de Aysha y las dos nietas, a la espera de su llegada, pero ella fue una de las víctimas mortales del ataque perpetrado por Khalid Masood en las inmediaciones del Parlamento de Westminster, coincidiendo con la conmemoración de los atentados de Bruselas. «Esperábana nunha casa a que ela nunca chegou», reconoce un portavoz, que reclama que se respete la intimidad de una familia rota por el dolor.

«Non é que [o terrorista] matara a unha rapaza, senón que destrozou a tres familias como mínimo», comentaba el portavoz familiar sobre la repercusión de la tragedia para una familia que siempre ha estado muy unida y que se reagrupaba todos los años en Galicia donde Aysha venía de vacaciones y donde cuentan con numerosos parientes tanto en Betanzos como en Santiago.

Sería la Policía británica la que confirmaría las sospechas no solo al marido sino, posteriormente y por teléfono, también a las hermanas, que estaban en ese momento, trabajando en la academia de idiomas que regentan en Betanzos, siguiendo un protocolo muy estricto que tienen para abordar los casos de terrorismo y por el que dos agentes llevan desde ese momento acompañando a la familia. Tras confirmarse el nombre de Aysha como una de las fallecidas en el ataque, desde España también han recibido el ofrecimiento de respaldo por parte de la Subdirección ce Apoyo a Víctimas de Terrorismo.

«Aysha tiña moito medo ao integrismo, pánico aos xihadistas, era superior a ela e é moi triste que fora morer por el», reconocía el portavoz, que aseguraba que esta mujer de 43 años que trabajaba llevando la gestión administrativa en el DLD College London, un colegio situado frente del lugar del atentado, había expresado en múltiples ocasiones el terror por este tipo de ataques indiscriminados.

«A rosa do meu xardín» 

Pese al arropamiento familiar de sus cuñados y las muestras de solidaridad de múltiples personas desde los sucesos del miércoles, John Frade, el viudo de Aysha, le cuesta también asimilar la tragedia. Él, que en la intimidad familiar llamaba a Aysha, Rosa, porque la consideraba «a rosa do meu xardín», dicho así en portugués, su idioma, colgó el viernes en su página de Facebook una imagen en blanco y negro de un ejemplar de este tipo de flor con una frase en inglés que dice: «La flor más hermosa en nuestro jardín de la alegría, protégenos desde el cielo en todo lo que hacemos». Es la manera que ha tenido este profesional de la banca para rendir homenaje a su pareja y a la madre de sus hijas, unas niñas que también se encuentran muy afectadas por la falta de su progenitora y que no alcanzan a comprender lo sucedido.

El hecho de que los servicios de seguridad británicos deban realizar pruebas al cuerpo de Aysha, que resultó arrollada en el ataque, retrasa su entrega a la familia, complica el ya de por sí doloroso duelo e impide a la familia organizar, al menos por ahora, las honras fúnebres. «Levaron billete de ida, pero non de volta», explicaba el portavoz familiar sobre la duración de la estancia de las hermanas de Aysha en Londres.