Tillerson rebaja el tono bélico y las críticas a Pekín en la primera visita de un miembro del Gobierno de Trump al gigante asiático
19 mar 2017 . Actualizado a las 09:45 h.Solo un día después de que el jefe de la diplomacia estadounidense encendiera todas las alarmas al afirmar que no descarta una acción militar contra Corea del Norte, rebajó el tono. Frente a él esta vez no estaban autoridades surcoreanas sino el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, que aconsejó a Rex Tillerson que la mejor estrategia para hacer frente a las provocaciones de Piongyang es «mantener la cabeza fría». Una reunión que sirve como preparatoria para el encuentro que mantendrán Xi Jinping y Donald Trump en Florida en las próximas semanas.
Precisamente ese primer cara a cara entre ambos presidentes era el asunto principal en la agenda de la visita de Tillerson a Pekín. Está previsto que Trump reciba a Xi en su resort de Mar-a-Lago el 6 y el 7 de abril en lo que se ha definido como un encuentro informal «sin corbata». El objetivo de esa primera visita del presidente chino a Estados Unidos desde la llegada de Trump a la presidencia sería el de rebajar las tensiones entre las dos potencias económicas mundiales.
Uno de los puntos de fricción entre ambos países es precisamente la postura hacia a las continuas exhibiciones de fuerza del régimen de Kim Jong-un. Trump ha recriminado a China en varias ocasiones que no presiona lo suficiente a su vecino más incómodo y este sábado, frente a Tillerson, Wang Yi rechazaba esas críticas. «Los enormes e importantes esfuerzos que China ha hecho son visibles para todos», dijo que el ministro de Exteriores que animó a «todas las partes» a retomar las negociaciones.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos aseguró que ambos gobiernos comparten la opinión de que «las tensiones en la península coreana son bastante altas y de que han alcanzado un nivel bastante peligroso». «Nos hemos comprometido a hacer todo lo que podamos para prevenir que estalle ningún conflicto», afirmó en la que es su primera gira por Asia desde que llegó al cargo y la primera visita de un miembro de la Administración Trump al gigante asiático..
Esta rebaja en el tono respecto a sus declaraciones en Japón y en Corea del Sur se producía horas antes de la reunión que hoy mantendrá con el presidente chino, Xi Jinping. Será un encuentro para limar las asperezas generadas también por las acusaciones de Trump contra Pekín de manipular su moneda para abaratar sus exportaciones o por la militarización del mar del sur de China.
«La relación general entre China y Estados Unidos necesita de más claridad y solo se puede lograr mediante una reunión entre nuestros dos líderes. Una reunión cara a cara», declaró Tillerson en una entrevista concedida al único medio que goza con el permiso de viajar en el avión de la delegación norteamericana.