Trump defiende a su fiscal pese a que también se reunió con Rusia

ADRIANA REY NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Conexiones entre Trump y Putin
La Voz

Los demócratas y un buen número de republicanos exigen que Sessions se aparte de las investigaciones sobre Putin

03 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Jeff Sessions debe apartarse de la investigación». Este fue el mensaje que demócratas y republicanos entonaron ayer al unísono desde Capitol Hill tras descubrir que el fiscal general, Jeff Sessions, mintió en su audiencia de nominación en el Senado. Así se desprende tras las últimas revelaciones, que echan más leña al fuego a los supuestos vínculos de miembros de la campaña de Donald Trump con Rusia. Según The Washington Post, Sessions se reunió en dos ocasiones con el embajador ruso en Washington, Serguei Kislyak, en julio y septiembre. El segundo de esos encuentros tuvo lugar en la oficina del exsenador y justo cuando ocurría la presunta injerencia rusa en las elecciones, investigada ahora por las mismas agencias de inteligencia que lidera Sessions. El presidente ya dijo ayer que no dejará caer a Sessions. «Confío plenamente en él», dijo.

«Nunca me reuní para discutir asuntos de la campaña», dijo acorralado Sessions. Uno de los grandes problemas en esta nueva controversia es que el polémico fiscal fue uno de los asesores más cercanos a Trump. Al margen del contenido, los encuentros en sí ya suponen un problema para Sessions teniendo en cuenta que el 10 de enero negó la mayor. «No tuve comunicaciones con los rusos», dijo bajo juramento.

«Le preguntaron por la comunicación entre Rusia y la campaña de Trump, no sobre reuniones que realizó como senador o miembro del Comité de Servicios Armados», justificó una portavoz.

Las explicaciones, sin embargo, no convencieron. «El perjurio es un crimen y tiene consecuencias», cargó la líder de la minoría demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi. Mientras, en el Senado, Chuck Schumer pidió no solo la dimisión de Sessions sino también el nombramiento de un fiscal especial imparcial, para que conduzca las investigaciones sobre Rusia y el entorno de Trump. Su solicitud fue apoyada por varios miembros republicanos, como el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, o el presidente de la Comisión de Supervisión y Reforma Gubernamental, Jason Chaffetz.

Las pistas de Obama

En paralelo, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, optó por echar un capote a Sessions y asegurar que no veía razones para que el fiscal se inhibiese, un apoyo que también le dio la Casa Blanca cuyo portavoz, Sean Spicer, dijo estar seguro de su testimonio al «100 %».

Trump vuelve a estar en el ojo del huracán y con Rusia de nuevo como telón de fondo. Y es que no hay que olvidar que varios de sus asesores más cercanos ya han caído por sus conexiones con el Kremlin: Michael Flynn como asesor de Seguridad Nacional y Paul Manafort como director de campaña. Dichas informaciones fueron el resultado de las pistas que varios funcionarios de la Administración Obama dieron a los medios. Así lo confirmaron algunos de ellos al diario The New York Times: «Hablamos para asegurar una investigación adecuada por el Congreso», revelaron. La información también provendría de múltiples aliados estadounidenses, incluyendo Reino Unido y los Países Bajos.

Solo hay 20 millones de los 21.600 necesarios para el muro

El gran muro fronterizo con México sigue encontrando piedras en el camino. La última viene en forma de obstáculo financiero. El Departamento de Seguridad Nacional dice que la nueva Administración solo tiene a su alcance 20 millones de dólares, de los cuales 15 partirían de una cantidad previamente asignada a un sistema de vigilancia de la frontera a través de cámaras. La cifra queda muy lejos de los más de 21.600 millones que costará la barrera y solo cubriría unos pocos contratos, además de la elaboración del plano del proyecto. Es decir, con esta cantidad en ningún caso se podría comenzar a levantar el polémico muro.

El pasado martes, el presidente volvió a prometer su construcción ante un Congreso al que ahora deberá convencer para que destine más fondos. Y es que a pesar de que el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que iba a incluir entre 12.000 y 15.000 millones de cara al presupuesto del próximo año fiscal, lo cierto es que no son pocas las voces de congresistas que siguen mostrándose desconfiados ante semejante desembolso.