El liderazgo de Corbyn, a prueba en dos elecciones locales en feudos laboristas

Rita Álvarez tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

DANIEL LEAL-OLIVAS | afp

Los sondeos no dejaban claro si los ciudadanos que votaron a favor del «brexit» se iban a decidir ahora por los conservadores o seguirían fieles

24 feb 2017 . Actualizado a las 08:11 h.

El laborista Jeremy Corbyn se enfrentó ayer a su prueba electoral más difícil con comicios en dos feudos tradicionalmente de su partido, pero donde los sondeos no dejaban claro si los ciudadanos que votaron a favor del brexit se iban a decidir ahora por los conservadores, el UKIP, o seguirían fieles a su partido. Las rachas de lluvia y fuertes vientos que dejó la tormenta Doris amenazaron el nivel de participación en las áreas rurales de Copeland y Stoke-on-Trent Central, todo un síntoma de las dificultades que encaraba Corbyn para cubrir las dimisiones de sus dos parlamentarios, Jamie Reed y Tristram Hunt, en las citadas circunscripciones.

En Stoke Central, feudo laborista desde las primeras elecciones celebradas en 1950, el principal reto se esperaba que viniese del UKIP, segundo en las elecciones generales del 2015. La amplia victoria del brexit en el referendo llevó a los antieuropeos a apostar aquí como candidato por su actual líder, Paul Nuttall. Lejos de afianzarse en el puesto, su campaña no ha brillado tanto como se esperaba. De hecho, cometió el error garrafal de afirmar que había perdido «amigos cercanos» en el desastre del campo de fútbol de Hillsborough, cuando en realidad era mentira y tuvo que pedir disculpas.

La actitud del candidato laborista, Gareth Snell, tampoco estuvo exenta de polémica. Describió a su jefe de filas como «amigo de Hamas» y definió al brexit como un «montón de mierda». Con este panorama, no es de extrañar que los laboristas reconociesen que había más preocupación por la victoria de los conservadores que por la del UKIP. Conocedora de la situación, Theresa May hizo una visita sorpresa a Stoke y respaldó a su candidato, Jack Brereton.

Mientras, en Copeland, en la zona de Cumbria, el ministro de Defensa, Michael Fallon, alardeaba ayer de una fácil victoria para los conservadores. Si finalmente la consiguen, romperían una dinámica de triunfos laboristas que se remonta a 1983. La zona depende en su mayoría de una planta de procesamiento nuclear por lo que la oposición de Corbyn a este tipo de energía no ayudará a su formación.