Erdogan liquida otro tabú laico y permite el velo en el Ejército

La Voz JERUSALÉN / COLPISA

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Miembros del ejército turco
Miembros del ejército turco BULENT KILIC | afp

La medida es un paso más en la islamización de la sociedad. Los velos deberán ser del mismo color que el uniforme, pero no podrán cubrir el rostro

23 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El giro al islamismo que arrancó en Turquía con la llegada al poder del Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP) en 2002 sigue dando pasos adelante y ha llevado a las autoridades del país a permitir que las militares utilicen velo con el uniforme del Ejército. Se trata de una medida que supera una de las líneas rojas marcadas por el fundador la República de Turquía en 1923 tras la caída del Imperio Otomano, Mustafa Kemal Ataturk, que convirtió el país en un Estado secular y a las fuerzas armadas en las garantes de este laicismo.

El ministerio de Defensa autoriza a partir de ahora a las militares a llevar un velo del «mismo color que el uniforme», pero «sin cubrir el rostro». La medida se aplicará también a las estudiantes en las escuelas militares. Lo que los sectores laicos del país interpretan como una amenaza a sus libertades, fue calificado de «medida muy positiva» por el primer ministro, Binali Yildirim. El argumento de las autoridades para adoptar esta decisión tan simbólica apela también a las libertades individuales y defiende que, gracias al levantamiento de la prohibición que pesaba sobre el uso del hiyab, se abren las puertas a aquellas mujeres que deseaban llevarlo y que al estar prohibido no ingresaban en las fuerzas armadas.

Con cada victoria en las urnas el ahora presidente y antes primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ha ido devolviendo paso a paso el uso del hiyab a las universidades, el Parlamento, la policía. En noviembre el ministerio de Defensa ya dejó claras sus intenciones al levantar la prohibición de su uso entre el personal civil del Ejército. Lo que ha extrañado a algunas voces críticas con Erdogan es el tiempo que tardó en adoptar la decisión.

Turquía avanza en la dirección marcada por el AKP y por un Erdogan reforzado tras el golpe militar del verano, que le ha llevado a poner en marcha una purga masiva. El plan del líder islamista de reformar la Carta Magna para cambiar el actual sistema parlamentario y establecer un modelo presidencialista es ya una realidad que los turcos refrendarán el 16 de abril. Teniendo en cuenta los últimos resultados electorales en el país, parece clara la victoria de la opción defendida por Erdogan. Estos últimos cambios para situar la religión en el centro de la vida pública turca discurren a la sombra de la lucha que mantiene contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el grupo yihadista Estado Islámico (EI), tanto en su propio territorio como en la vecina Siria.