«El soldado israelí se arrogó el papel de juez y ejecutor»

La Voz JERUSALÉN / COLPISA

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Pena de 18 meses de cárcel para el militar que remató de un tiro a un atacante palestino herido

22 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Justicia Militar israelí condenó a 18 meses de prisión al sargento Elor Azaria por rematar de un tiro en la cabeza al joven palestino Abdelfatá al Sharif, que había caído herido tras intentar acuchillar a varios militares en una calle de Hebrón hace casi un año. El tribunal dictaminó que Azaria, de 21 años ingrese en prisión el 5 de marzo, pero sus abogados anunciaron que apelarán la sentencia. Podrían además pedir al jefe del Ejército, general Gadi Eisenkot, su indulto y, si este se lo deniega, recurrir a que el ministro de Defensa, Avigdor Liberman, recomendara al presidente, Reuben Rivlin, su perdón.

El tribunal militar consideró que Azaria «se arrogó el papel tanto de juez como de ejecutor», pero decidió aplicar una pena menor que la solicitada por la acusación -de 3 a 5 años- «por ser su primera experiencia de combate». La sentencia causó indignación en los sectores ultranacionalistas del país, que llaman «héroe» al soldado y piden su puesta en libertad inmediata, y también entre los palestinos, para quienes supone «luz verde» para los «crímenes de la ocupación», según el portavoz del Gobierno, Tareq Rishmaui.

La prensa local destacó que se trata del primer soldado israelí en ser condenado por homicidio desde el 2004, y para que esto haya sucedido ha resultado clave que un vecino de Hebrón, colaborador de la organización de derechos humanos israelí Betselem, grabara todo lo ocurrido, lo que sirvió para que el caso saltara a las redes sociales y a los medios y se convirtiera en viral. Las imágenes han sido claves para desmontar el argumento del soldado, que aseguró que disparó ante el temor de que el palestino herido fuera a detonar un cinturón de explosivos.

Azaria, que también tiene ciudadanía francesa, entró en la sala de vistas de Tel Aviv entre aplausos, vestido de uniforme y sin esposas. A las puertas del Tribunal militar se vivieron escenas de tensión con las fuerzas de seguridad.

El caso Azaria ha dividido a la sociedad israelí entre una parte que aboga por la necesidad de respetar los códigos de combate del Ejército, y otra que defiende que ante la mínima duda es preferible tirar a matar, sin importar que el objetivo del disparo represente una amenaza o no. A la espera de que Benjamín Netanyahu, que mostró su apoyo a Azaria cuando fue detenido, regrese al país y valore la sentencia, el ministro de Educación y líder colono Naftali Benet solicitó «el inmediato perdón porque la seguridad de Israel depende de ello.

Más que lanzar piedras

La familia de Abdelfatá al Sharif, el palestino víctima de Azaria, siguió la vista desde su hogar en Hebrón y, en declaraciones a los medios, aseguró que «no estamos sorprendidos porque todo es un teatro montado por los israelíes. El castigo impuesto es menor del que recibe un niño palestino por lanzar piedras».