Tensión en Ecuador por el lento recuento de las presidenciales

HÉCTOR ESTEPA QUITO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

MARIANA BAZO | reuters

El escrutinio finalizará mañana y la oposición teme un fraude

21 feb 2017 . Actualizado a las 07:47 h.

«Vivimos en un país donde no se está respetando el derecho al voto. Están haciendo un fraude a puerta abierta», criticaba a viva voz ayer la gerente comercial Carolina Sánchez. Era una de las decenas de personas que se manifestaban frente a la sede del Consejo Nacional Electoral ecuatoriano (CNE) en Quito. «¡Democracia sí, dictadura no!» gritaba la muchedumbre.

La mayoría eran simpatizantes del opositor Guillermo Lasso. Defienden una segunda vuelta electoral de los comicios celebrados este domingo. No es segura. Con el 89 % de los votos escrutados, el candidato correísta, Lenín Moreno, aparecía en cabeza con un 39,12% de los votos. Le seguía el propio Lasso con el 28,2 % de los sufragios, cerca de un millón de papeletas de diferencia.

Para evitar una segunda ronda, Moreno debe superar en 10 puntos a su rival y conseguir el 40 % más uno de los votos. Lo primero lo tiene hecho. Lo segundo es más complicado, pero no imposible. Décima a décima, iba ganando terreno a Lasso.

¿Cuál es la polémica? El recuento fue rápido durante la tarde del domingo hasta que se registró alrededor del 74 % de los votos. A partir de entonces se ralentizó considerablemente. El CNE decidió cerrar sus puertas a las once de la noche de ese día. La web del organismo, que ofrecía el recuento en tiempo real, se cayó. Cuando volvió, el ritmo era ínfimo. En ocasiones, de apenas un par de décimas la hora.

El hecho fue visto por quienes se manifestaban frente al CNE como la preparación de un pucherazo electoral: «La web era un sistema al que todo el mundo tenía acceso para ver la evolución del voto. Cuando se cae ya no se puede ver. En ese momento se fraguó el fraude», apuntaba María Paz López, una psicóloga presente en la manifestación.

Mediada la mañana de ayer habló el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo. Atribuyó los retrasos a inconsistencias numéricas y la tardanza de envío de algunas actas, así como la entrega de resultados sin las firmas correspondientes. Pidió a los ecuatorianos tres días para dar resultados definitivos. «Necesitan tres días porque la gente se cansa en ese tiempo y ya no protesta. Nosotros queremos un recuento ya», afirmaba María Paz López.

No al pucherazo

El candidato opositor dio varias declaraciones a los medios ecuatorianos por la mañana. «No vamos a permitir que se pierda lo ganado en las urnas en un tapetazo (pucherazo)», señaló Lasso.

El ganador de las elecciones, Moreno, admitió por su parte la posibilidad de una segunda vuelta electoral, aunque aún piensa en ganar en primera ronda. «De no ser así, usted ya me ve en campaña», dijo a la cadena Telesur.

El presidente saliente, Rafael Correa, estuvo muy activo en redes sociales. En la noche del domingo aseguró la victoria de Moreno en primera ronda. El lunes matizó: «Hay que contar voto por voto», escribió en sus perfiles. «Si hay segunda vuelta, prepárense a la campaña sucia que ya hicieron los de siempre. La mejor respuesta: la victoria», añadió.

Varios candidatos de la oposición sin opciones de segunda ronda ya han dado su apoyo a Lasso. Entre ellos Cynthia Viteri, tercera opción de los ecuatorianos el domingo con un 16 % de los votos. Dichos apoyos dificultarían la continuidad del correísmo en el Gobierno.