El nuevo asesor de Seguridad Nacional hizo una tesis sobre Vietnam y mandó tropas en Irak

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

KEVIN LAMARQUE | reuters

A McMaster le tocará implementar las medidas contra los inmigrantes que la Administración republicana pretende acelerar

22 feb 2017 . Actualizado a las 07:25 h.

Harry McMaster, el nuevo asesor de Seguridad Nacional nombrado por sorpresa el pasado lunes por Donald Trump desde el salón de su casa de vacaciones en Mar-a-Lago (Florida) responde a un patrón inédito en el primer mes de trabajo del magnate. McMaster es un personaje discreto, sin grandes conflictos en su hoja de servicios y que ha sido recibido sin reticencias por los críticos más irredentos del presidente, como el senador John McCain: «Es una elección ideal».

McMaster es un héroe de la primera guerra de Irak. Suya fue la primera victoria de la guerra contra Sadam Huseín al mando de una brigada blindada. El relato de esa batalla desde el interior del tanque que comandaba marca el inicio de la historia oficial del conflicto de 1991. Acabó mandando una brigada de más de 3.500 hombres y fue distinguido con una Estrella de Plata por su trabajo y valor.

Intelectual

Está considerado como un intelectual. Es doctor en Historia por la Universidad de Carolina del Norte, lo que le ha valido su apelativo como «el intelectual de la guerra». Hizo una curiosa tesis doctoral sobre el desarrollo de la guerra del Vietnam titulada Abandono del deber, cuya conclusión principal resulta sorprendente. Según McMaster, la culpa de la derrota estadounidense fue de los mandos militares, que sucumbieron a la presión política y aceptaron una estrategia bélica que sabían que no serviría para vencer. La tesis se basa en numerosos documentos desclasificados del Pentágono y fue muy aclamada.

Trump admitió que McMaster no era su primera opción para relevar a Michael Flynn y que en su elección había pesado mucho la opinión de su vicepresidente, Mike Pence. Ahora, al nuevo asesor de Seguridad Nacional, que no necesita ser ratificado por el Senado, le tocará implementar las medidas contra los inmigrantes que la Administración republicana pretende acelerar. También hay dudas sobre su papel ante a Rusia, un aliado preferente de Trump sobre el que el general retirado se muestra bastante escéptico. Lo mismo que en las políticas sobre Oriente Medio.