Los traficantes de personas se llevaron el motor del bote hinchable y lo dejaron a la deriva
22 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Cadáveres de inmigrantes volvieron a amontonarse este martes en una playa de Libia. Una larga hilera de 74 cuerpos cubiertos por bolsas de plástico blancas y negras alineados en la arena de la costa de la ciudad de Zawiya, a 45 kilómetros al oeste de Trípoli. Muy cerca se encontró un bote hinchable rajado. La precaria embarcación había zarpado el sábado de la vecina Sabratha con 110 personas. Nada se sabe de los 36 viajeros restantes. Los traficantes se llevaron el motor de la embarcación y la dejaron a la deriva, según contó un funcionario local a Joel Millman, un portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Es la última tragedia de la ruta de Libia hacia las costas de Italia -poco más de 300 kilómetros-, que sigue siendo la más peligrosa. En lo que va de año, la OIM lleva contabilizados 232 muertos en ese cruce hacia Europa. En el 2016, más de 180.000 personas trataron de llegar por el Mediterráneo. Una cifra récord de 5.079 personas murieron en el intento.
Habitantes de Zawiya descubrieron la lancha encallada en la playa, con varios cadáveres de inmigrantes todavía dentro, y llamaron a los equipos de la Media Luna Roja libia. Los cooperantes pasaron seis horas recuperando cadáveres, aún así «algunos siguen flotando en el agua sin que podamos llegar a ellos», recogía AFP por la tarde del Facebook de esa oenegé en Zawiya. Se quejan de que no disponen de medios y que sus equipos están formados por voluntarios: «No tenemos vehículos apropiados para transportar los cuerpos o cementerios donde inhumarlos».
Libia, un Estado fallido tras la caída de Gadafi en el 2011, se ha convertido en la plataforma perfecta para los traficantes de personas. La misión naval europea Sofía no ha logrado detener el flujo y la UE sigue sin contar con un interlocutor válido con quien cerrar un acuerdo en firme. A falta de un único Ejército o Policía, las distintas milicias ejercen de guardianes, pero menudo son acusadas de complicidad o incluso de estar implicadas en el lucrativo negocio.
El ultimo plan
A principios de este mes, los líderes de la UE respaldaron un acuerdo entre Italia y Libia para frenar el flujo migratorio. Así, el bloque proporcionaría el Gobierno de unidad libio, apoyado por la ONU, fondos para romper el negocio de los traficantes.
Un plan muy criticado por las oenegés que temen por la situación de los migrantes que se queden bloqueados en Libia. La mayoría permanecen detenidos en inmundos centro de detención, donde ni mujeres ni niños se salvan de las torturas y abusos.