Asesinado en la capital de Malasia el hermanastro del dictador norcoreano

sara r. estella PEKIN / E. LA VOZ

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Atlas TV

La prensa surcoreana asegura que dos mujeres le inyectaron veneno con jeringuillas

15 feb 2017 . Actualizado a las 07:18 h.

Kim Jong-nam, el hermanastro del líder norcoreano, Kim Jong-un, fue asesinado el lunes en Malasia, según informaron ayer varios medios surcoreanos. El primogénito de Kim Jong-il habría sido envenenado por dos espías norcoreanas en el aeropuerto de Kuala Lumpur, una información que no ha sido confirmada por ninguna fuente de Corea del Norte.

La televisión surcoreana Chosun TV aseguró, sin especificar sus fuentes, que dos mujeres abordaron a Kim Jong-nam, le inyectaron veneno con unas jeringuillas y se dieron a la fuga en un taxi. La policía malasia confirmó la muerte en el trayecto del aeropuerto al hospital, pero las causas de la misma se desconocen. «Dijo que se sentía mareado y pidió ayuda», explicó un portavoz de la policía, que añadió que han abierto una investigación.

Hijo de una relación extramarital secreta de Kim Jong-il con la actriz Song Hye-rim, Kim Jong-nam, de 46 años, fue considerado el favorito para suceder a su padre al frente de la dinastía dictatorial de Pyongyang. El denominado «querido líder» llegó a nombrarlo miembro del ministerio de Seguridad Pública, uno de los más poderosos del país. Sin embargo, cayó en desgracia después de que en 2001 fuera interceptado con un pasaporte falso intentando entrar a Japón junto a dos mujeres y un niño al que identificó como su hijo. Aseguró que iba a Disneylandia.

Desde entonces fue apartado de la política y en 1995 emigró a China, donde vivía entre Pekín y Macao. Considerado cercano a su tío Jang Song-thaek, ejecutado en diciembre de 2013 acusado de corrupción, mantuvo contacto por correo electrónico durante siete años con un periodista japonés al que declaró que el régimen, ahora dirigido por su hermano, no duraría mucho. También en la prensa japonesa criticó en 2011 la sucesión dinástica.

Durante años se han sucedido los rumores sobre intentos de asesinarlo. El más evidente se produjo en 2011 en Macao, casi coincidiendo con la muerte de su padre. Según los fiscales surcoreanos, un espía norcoreano reconoció su participación en una trama para asesinarlo que pretendía simular un accidente de tráfico. En aquel momento, varios analistas apuntaron a que Kim Jong-un podría haberlo ordenado para reforzar su papel de líder indiscutible.

La muerte de Kim Jong-nam es la de mayor importancia en el mandato de Kim Jong-un desde la ejecución de su tío Jang, número dos del régimen y considerado el mando de poder en la sombra. Tanto Kim como Jang mantenían vínculos con China. Jang era considerado el puente entre Pyongyang y Pekín, mientras que su sobrino mayor fue protegido por las autoridades chinas.