Dispara en la cabeza a un niño de 18 meses al intentar asustarlo

Redacción

INTERNACIONAL

Una vecina sugirió a su pareja que apuntara al niño con un rifle para que dejara de llorar, pero no sabían que estaba cargado, según explicaron al juez

30 ene 2017 . Actualizado a las 19:12 h.

Un niño de 18 meses de la localidad de Hartcliffe, en Bristol (Reino Unido), tuvo que ser intervenido de urgencia después de que un vecino le disparara en la cabeza con un rifle el pasado mes de julio. El autor del disparo, Jordan Walters, apuntó al pequeño con el arma después de que su pareja, Emma Horseman, se lo sugiriera para hacer callar al niño, según explicaron al juez.

«La bala penetró en el cráneo de Harry. Fue operado de extrema urgencia y, afortunadamente, pudieron salvar su vida», dijo el fiscal Andrew Macfarlane en el juicio, según recoge The Guardian

Horseman está acusada del mismo delito que su pareja, el autor del disparo, teniendo en cuenta que incitó el suceso, aunque ella se ha declarado no culpable.

La madre del pequeño Harry, Amy Allen, había acudido con sus dos hijos a visitar a sus vecinos, residentes en el mismo bloque. El medio británico sostiene que ambas familias tenían una relación de amistad y pasaban mucho tiempo juntas.

Durante la visita, Jordan Walters cogió el arma de un estante de la cocina y se puso a limpiarla cuando los dos hijos de Allen empezaron a llorar. «Harry continuaba llorando y Amy oyó a Emma decir: 'Dispara a Harry, solo para asustarlo, para que se calle, dispárale'. Y Amy escuchó el disparo», explicó Macfarlane ante el tribunal, quien añadió que «ambos acusados fueron imprudentes hasta el extremo de que el arma apuntó al niño y el gatillo fue activado».

La madre de Harry, por su parte, relató que ella estaba «sentada en el sofá lidiando con los niños» cuando oyó cómo su vecina sugería a su pareja que disparara al pequeño. «Miré alrededor, dije 'No' y escuché el disparo», dijo al tribunal.

Siempre según el medio británico, la madre del niño escuchó a sus vecinos decir que pensaban que el arma no estaba cargada.

«Amy cogió a Harry en brazos inmediatamente. Había sangre en el sofá que salía de la cabeza de Harry y cayó sobre los brazos de Amy. Harry fue perdiendo el conocimiento», relató Macfarlane. Según se hizo saber en el juicio, que continuará, el niño ha sufrido «ataques epilépticos» y ha tenido que ser «tratado con fármacos».