Hollande ha advertido al presidente de EE.UU. que el proteccionismo es «una respuesta sin salida», mientras que Putin ha acordado mantener «relaciones de igual a igual» con su homólogo americano
28 ene 2017 . Actualizado a las 22:20 h.Tras siete días de auténtico terremoto, Donald Trump ha querido aprovechar este fin de semana para tomar contacto con algunos de los líderes de las potencias más importantes del mundo. Tras la polvareda que ha levantado tras de sí con sus primeras decisiones y sus polémicas declaraciones, el nuevo presidente de Estados Unidos ha decidido establecer los primeros contactos con alguno de sus homólogos europeos para trazar las líneas de las relaciones que mantendrá con ellos en los próximos cuatro años.
Una de las conversaciones que se preveían más tensas era la que establecería con Berlín. A pesar de las diferencias latentes entre ambos, Trump y Merkel consiguieron encontrar algún punto de encuentro durante su charla. Y es que el presidente estadounidense y la teutona coincidieron en la «importancia fundamental» de la OTAN para las relaciones trasatlánticas. Eso sí, a pesar de sus puntos de encuentro, las diferencias siguen siendo importantes. Porque Trump sigue calificando a la Alianza Atlántica de «obsoleta».
El encuentro telefónico entre ambos ha dejado una posible puerta abierta al entendimiento, puesto que tras la charla, Trump ha aceptado definitivamente la invitación de la canciller teutona para asistir el próximo mes de julio a la cumbre del G-20 que se celebrará en la ciudad germana de Hamburgo.
El presidente francés, por su parte, se mostró algo más tajante. François Hollande advirtió al nuevo mandatario americano que «el proteccionismo es una respuesta sin salida». El galo, además, planteó sus posiciones ante los grandes cambios en política exterior de Washington y le «advirtió de las consecuencias económicas y políticas de un enfoque proteccionista».
Tampoco quiso dejar pasar sus últimas medidas contra la política de acogida de refugiados. De esta forma, el presidente francés quiso aprovechar la llamada de Donald Trump para insistir en la necesidad de «respetar» el principio de acogida de refugiados, advirtiéndole de las «consecuencias» que su nuevo decreto podría traer.
Algo más amable fue la conversación con Vladimir Putin. Ambos han acordado mantener contactos personales regulares en el marco de una mejora de las relaciones bilaterales: «Ha habido un ambiente de restablecimiento y mejora de cooperación» entre ambas partes, ha informado el Kremlin tras la conversación telefónica. Trump y Putin han coincidido en «la importancia de restablecer los vínculos económicos y comerciales» entre los dos países y han encargado a sus equipos que decidan la fecha en la que mantendrán un encuentro personal.