Seis muertos en Italia al estrellarse un helicóptero en un rescate en la nieve

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

CLAUDIO LATTANZIO | Efe

«Había mucha niebla y no se veía a pocos metros», asegura un testigo del siniestro

25 ene 2017 . Actualizado a las 00:09 h.

Una nueva tragedia en la región italiana de los Abruzos, está vez sufrida por un helicóptero que ayer se estrelló en la zona de la estación de esquí de Campo Felice. En el accidente perdieron la vida los seis ocupantes de la nave: el piloto, dos sanitarios, dos miembros del socorro alpino y un esquiador al que socorrían.

El helicóptero, que no formaba parte de los equipos de rescate que aún trabajan buscando a los desaparecidos del alud del hotel Rigopiano, había acudido a recoger a un esquiador que había sufrido graves fracturas en las piernas. Loris Fucetola, el instructor de esquí que dio la alarma, cuenta que observó el accidente. «El helicóptero volaba bajo y lento, había mucha niebla y no se veía a pocos metros. Lo seguí un poco y luego sentí un ruido fuerte. Pensé que había impactado contra la montaña. El motor continuó girando durante un minuto y después ya no oí nada. Rápidamente llamé al 118». Entre las causas del accidente que se barajan se habla de un cable con el que el helicóptero podría haber chocado, aunque no se descarta un problema mecánico. La densa niebla que había en ese momento también podría haber contribuido.

La zona en la que cayó el helicóptero es de difícil acceso por la poca visibilidad y por la cantidad de nieve caída en los últimos días. En consecuencia, los equipos de socorro tuvieron dificultad para llegar hasta allí y solo la alcanzaron con esquíes y raquetas de nieve. Se encontraron con el helicóptero totalmente destruido. Para extraer los cuerpos del amasijo de hierros se han tenido que usar gatos hidráulicos. En estas operaciones han colaborado equipos que trabajan en la búsqueda de los desaparecidos bajo el hotel Rigopiano.

Precisamente ayer fueron recuperados seis cuerpos sin vida bajo los escombros del hotel, devastado por la avalancha de nieve del miércoles de la pasada semana. El balance oficial es de 16 víctimas, 13 desaparecidos y 11 personas salvadas. También se celebró en Farindola el primero de los funerales, el de Alessandro Giancaterino, jefe de camareros en el hotel y hermano del ex alcalde que hace 10 años dio los permisos para la ampliación del establecimiento.

«Buscaremos hasta que tengamos la certeza de que no hay nadie bajo los escombros o bajo la nieve», declaró ayer el portavoz de la protección civil, Luigi D’Angelo. Según explicó, los rescatadores están excavando en este momento en el corazón de la estructura, en la zona entre las cocinas, el bar y el vestíbulo. Se intenta derruir un grueso muro que separaba la cocina del bar, donde se cree que estaban la mayoría de los huéspedes en el momento de la avalancha. Las esperanzas de encontrar más personas vivas disminuyen a medida que pasan las horas. En los últimos días los socorristas solo han extraído cadáveres además de los cachorros de perros encontrados el lunes.