El conservador Antonio Tajani, nuevo presidente de la Eurocámara

EFE BRUSELAS

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Se ha impuesto a su principal rival, Gianni Pittella, en la última y decisiva ronda, por 351 votos contra 282

17 ene 2017 . Actualizado a las 21:46 h.

El conservador italiano Antonio Tajani fue este martes elegido presidente del Parlamento Europeo (PE) tras cuatro maratonianas rondas de votación con el apoyo, principalmente, de los conservadores y liberales de la Eurocámara.

En la última y decisiva vuelta, en la que ya solo compitieron Tajani (Partido Popular Europeo) y el socialdemócrata Gianni Pittella, el primero consiguió imponerse con 351 votos frente a 282.

Se convierte en el primer presidente italiano del Parlamento Europeo como tal (aunque antes de 1979, cuando no existía sufragio universal, sí hubo italianos en la presidencia).

Con Tajani, candidato del Partido Popular Europeo (PPE), los conservadores ya cuentan con las presidencias de las tres principales instituciones (Jean Claude Juncker está al frente de la Comisión y Donald Tusk del Consejo).

Además, con él los italianos quedan «sobrerrepresentados» en los altos cargos de la órbita comunitaria pues Federica Mogherini es la alta representante para la política Exterior de la UE y Mario Draghi presidente del Banco Central Europeo.

Presidente de todos, pero más de los países del sur

Antonio Tajani, de ideología conservadora, es un abanderado de la solidaridad de la periferia del sur de Europa, y en su época como comisario medió en varias ocasiones a favor de España. Nacido en Roma hace 63 años, es miembro fundador de Forza Italia. Fue portavoz del primer líder de la formación, Silvio Berlusconi, aunque ha conseguido en los últimos años que la sombra de su primer «padre» político no sea demasiado alargada.

Licenciado en Derecho, ejerció de periodista parlamentario en Roma y fue oficial del Ejército del Aire italiano. Sonriente, buen comunicador y con gran capacidad social, Tajani es experto en el trato en las distancias cortas. En su discurso como candidato del PPE, en el que ha dicho que pone su «experiencia a disposición» de los europeos, Tajani habló en inglés, francés, italiano y español.

En la lengua de Cervantes recordó que salvó del cierre de la planta Tenneco en Gijón (Asturias) a varios centenares de trabajadores que iban a quedarse en paro. La ciudad incluso le dedicó una calle por entonces, en el 2014. Eso sí, Tajani no alcanzó a decir correctamente «Gijón», sonó «Jigón». Una tarea de perfeccionamiento del castellano pendiente que podrá abordar con su profesora de español en la Eurocámara, Carmen.

Otro episodio de mediación a favor de España fue en su anterior cargo de vicepresidente de la Comisión Europea, cuando luchó contra la decisión de la presidenta argentina, Cristina Fernández, de confiscar el 51 por ciento de las acciones de petrolera YPF, que estaba en manos de la española Repsol.

El político italiano tiene tan buena relación con España que en el 2013 el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le otorgó la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, creada para premiar los servicios extraordinarios prestados por españoles o extranjeros en favor del progreso de España.

En conversación informal con periodistas, Tajani defiende que los países del sur «todos somos hermanos» y se reconoce buen amigo no solo de la delegación del PP español sino también de eurodiputados del PSOE como Ramón Jáuregui o José Blanco.

En su discurso, en el que defendió «el gran acuerdo europeísta» cerrado con los liberales, no mencionó el hecho de que para salir presidente vaya a contar con los votos del tercer grupo de la cámara, ECR, donde se inscriben tanto los conservadores polacos euroescépticos como los «tories» británicos de David Cameron, el hombre que facilitó el «Brexit» con el referéndum. Desde 2014 era vicepresidente primero del Parlamento Europeo. Antes fue comisario europeo de Industria y Emprendimiento (2010-2014) y de Transportes (2008 y 2010).

Una de sus iniciativas fue el Erasmus para jóvenes emprendedores, que hasta ahora ha organizado más de 1.600 intercambios de nuevos empresarios con la participación de 3.200 empresas. Durante la campaña a presidente de la Eurocámara, ha sacado pecho sobre su renuncia a la indemnización como excomisario, que ascendía en total a 468.000 euros. Aunque los comisarios pueden recibir una indemnización mensual de 13.000 euros durante tres años, el político rechazó aceptarla por «razones éticas». También ha prometido que su equipo tendrá tantos hombres como mujeres. Familiar y afable, conoce bien los restaurantes italianos de Bruselas y Estrasburgo. Su pasta preferida, cuenta su equipo, es la «amatricciana».

Duras votaciones

Aunque el sufragio es secreto, el pacto alcanzado entre liberales y populares deja entrever que la mayoría de los parlamentarios del grupo de Guy Verhofstadt se inclinaron por Tajani. Los liberales cedieron su apoyo a cambio de diversos cargos en la Eurocámara (encabezados por dos vicepresidencias) así como por el refuerzo del papel de Verhofstadt como «negociador» del PE para el «Brexit».

Por otro lado, y aunque no existía un pacto escrito, también contó Tajani con el apoyo de buena parte de los conservadores y reformistas en la cámara, el tercer grupo en número de escaños, que propusieron hasta el último momento sin éxito a su propia candidata, la belga Helga Stevens.

Para contrarrestar la agenda europeísta prometida a los liberales, Tajani, de 63 años, ha hecho varios guiños en relación a la vigilancia de fronteras y refugiados a los conservadores y reformistas, con los que no existía un pacto por escrito. Al grupo de los conservadores y reformistas, además de los diputados del partido del ex primer ministro David Cameron, el hombre que dio luz verde al referéndum de salida de Reino Unido en la UE, también pertenecen los conservadores polacos euroescépticos.

Improductivos fueron los esfuerzos de Pittella para conseguir a su favor los votos de Verdes y la Izquierda Unitaria, que colocaron al CETA como principal línea roja. Los apoyos resultaron insuficientes.

Con todo, ni siquiera consiguió Pittella todos esos apoyos y eurodiputados de la Izquierda Unitaria, como los españoles de IU, prefirieron abstenerse. Por el camino tras las tres primeras votaciones quedaron otros cuatro candidatos: Helga Stevens (Conservadores y Reformistas), Elenora Forenza (Izquierda Unitaria), Jean Lambert (Verdes) y Larentiu Rebega (Europa de las Naciones y la Libertad). Ni siquiera llegó a ser candidato en las votaciones Verhofstadt, al haber alcanzado el pacto con el PPE.

La elección a presidente de la Eurocámara que ha dado la victoria a Tajani es la primera en más de 30 años en la que no estaba decidido de antemano por el pacto de los grandes partidos para repartirse la legislatura en dos turnos de dos años y medio.

Tan solo la primera legislatura de la Eurocámara (1979-1984), tal y como la conocemos hoy -con sufragio universal-, tuvo dos presidentes elegidos libremente por los eurodiputados sin pactos ni coaliciones de los grandes grupos. Fueron la liberal francesa Simone Veil (1979) y el socialista holandés Pieter Dankert (1982). La elección de Dankert es la única de la historia en la que se ha llegado a una cuarta ronda.

En la primera parte de esta legislatura, ha sido el socialdemócrata alemán Martin Schulz el presidente de la Eurocámara, cargo que ya ocupó del 2012 al 2014, convirtiéndose en el primero que ejerce el puesto durante cinco años.

El PPE (215 escaños) reivindicó que ahora es su turno para presidir la Eurocámara, pero los socialdemócratas (190) consideraron que los conservadores no pueden liderar todas las instituciones de la Unión Europea. Esta disputa ha roto la llamada «gran coalición» que se rubricó tras las últimas elecciones de 2014 entre populares, socialdemócratas y liberales para frenar a los eurófobos y sacar adelante los grandes temas de la legislatura.