El Gobierno de Maduro excarcela a siete presos políticos, entre ellos al excandidato Rosales

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JOSE BULA | Afp

La oposición reclama al Ejecutivo venezolano una amnistía para todos los encarcelados por razones de conciencia

02 ene 2017 . Actualizado a las 01:00 h.

El Gobierno de Nicolás Maduro, en las últimas horas del 2016 liberó a siete presos políticos, entre ellos a Manuel Rosales, excandidato presidencial que se enfrentó hace una década a Hugo Chávez. Pero en Venezuela aún hay más de un centenar de presos de conciencia que también deben ser liberados, fue la reacción tanto de organismos internacionales como de la oposición venezolana, cuyos seguidores, en las redes sociales, se cuestionaban si Rosales había «negociado» su liberación con el chavismo, en virtud de una serie de decisiones sospechosas que el partido que dirige, Un Nuevo Tiempo, ha venido tomando en los últimos meses.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, el uruguayo Luis Almagro, quien está exigiendo desde hace más de seis meses la aplicación de sanciones contempladas en la Carta Democrática Interamericana contra el Gobierno de Maduro, señaló que «es deber del Gobierno de Venezuela liberar a todos los presos políticos, restablecer los derechos de la gente y el funcionamiento de la democracia», la cual, según Almagro y la oposición, ha quedado suspendida con una decisión judicial de octubre del 2016 que paralizó un inminente referendo revocatorio contra el mandatario venezolano.

La Mesa de la Unidad Democrática, coalición opositora, señaló que «la alegría por quienes hoy están en sus casas, con sus familias, hace aún más urgente la decisión de seguir luchando por la libertad de los otros 126 presos políticos que todavía están en diversas cárceles venezolanas. Como los siete liberados esta madrugada, todos los otros deben también estar en la calle».

Y agrega: «Enviamos un mensaje de solidaridad, respaldo y bienvenida a Nixon Leal, Ángel Contreras, Yeimi Varela, Gerardo Carrero, Skarlin Duarte, Leocenis García y Manuel Rosales, presos políticos venezolanos que pudieron al fin, luego de una larga e injusta separación, reencontrarse con sus familias».

Desde el 2014

La mayoría de los liberados, salvo Duarte, García y Rosales, habían sido detenidos en el marco de una huelga de hambre en Caracas durante el 2014, en medio de las protestas contra el Gobierno de Maduro, incluyendo casos como el de Carrero, quien pasó tiempo en la tumba (un calabozo subterráneo, sin luz ni aire natural, de la policía política en la capital) y que fue, según su abogada, Katiuska González, severamente torturado. Duarte fue detenida por unos tuits y acusada de «instigación y espionaje informático»; García es editor de un semanario, llamado 6to Poder, de difíciles relaciones con el Gobierno de Maduro, que lo acusa de extorsionar a figuras del chavismo.

Rosales huyó de Venezuela en el 2009, acusado de corrupción como gobernador de Zulia, cargo que ejerció hasta el 2006, y regresó al país en noviembre del 2015. Aunque se señalaba que su regreso era negociado con el Gobierno, fue llevado también a los calabozos de la policía política, y se le dio arresto domiciliario en octubre del año pasado. La «residencia» que se le fijó, curiosamente, es un lujoso piso en una de las mejores zonas de Caracas, propiedad de un empresario conocido como testaferro del chavismo, según denuncian sus detractores, que han hecho notar que varias figuras de su partido han sido impulsores del diálogo con Maduro, promovido por el Vaticano, e incluso que tres miembros de Un Nuevo Tiempo en el Parlamento rompieron el cuórum reglamentario para elegir a dos rectores del Consejo Nacional Electoral, hace algunas semanas. Parte de la oposición considera que Rosales «suavizó» la postura de su partido, de gran influencia en la región zuliana, contra Maduro a cambio de su libertad plena.