Fuerte actividad sísmica en el Pacífico

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El cinturón de fuego del Pacífico
A.L.C.

Un seísmo de 7,8 grados sacudió las Salomón y otro de 6,5 afectó a California

09 dic 2016 . Actualizado a las 07:37 h.

El anillo de fuego, el nombre con el que se conoce al borde del Océano Pacífico, que se extiende desde Nueva Zelanda hasta el borde oriental de Asia, continúa en el norte pasando por las Islas Aleutianas de Alaska y sigue hacia el sur a lo largo del borde occidental de América del Norte y América del Sur, sufre los embates de la actividad sísmica más fuerte del año. Tras el terremoto registrado el 6 de diciembre en Indonesia, que llegó a los 6,5 grados en la escala Richter y causó más de un centenar de muertos y enormes daños materiales, el epicentro de la tragedia se trasladó hasta las islas Salomón, en el Pacífico central, con un terremoto de 7,8 grados y una previsión de olas de hasta tres metros de altura que suponen una grave amenaza para la zona. Y no solo para este pequeño paraíso turístico, sino también para otras islas de la zona como Vanuatu, Papúa Nueva Guinea, Nauru, Nueva Caledonia, Tuvalu y Kosrae, según advirtió el Centro de Alertas de Tsunamis en el Pacífico.

El temblor se sintió especialmente en Makira, principal isla de una de las provincias más despobladas del archipiélago de las Salomón. El terremoto golpeó a una profundidad de 48 kilómetros, más de 800 kilómetros al este de Arawa, en Papúa Nueva Guinea. Cerca de 570.000 personas viven en las islas Salomón. Cerca de la mitad de los volcanes activos del planeta se localizan en esta zona, que ya vivió un episodio similar en el 2010, con temblores de hasta 8 grados en la escala Richter.

Falla de San Andrés

El Servicio Geológico de Estados Unidos también dio cuenta de otro seísmo en la costa norte de California a media tarde de ayer. El temblor, de 6,5 grados, se produjo alrededor de las 7.00 (hora local) a 165 kilómetros de la localidad de Eureka, con una profundidad de algo más de diez kilómetros. De acuerdo con la prensa local, este terremoto no provocó daños, aunque sus efectos llegaron a sentirse en San Francisco.

California es una zona de fuerte actividad sísmica porque está atravesada por la falla de San Andrés, que también se halla conectada con el llamado Anillo de Fuego. La costa norte de este estado es una de las más afectadas por los temblores. En los últimos días se habían producido varios seísmos, pero siempre de baja intensidad, según los datos registrados por el Servicio Geológico de Estados Unidos.