Lo que parecían unas simples elecciones municipales en un rico barrio londinense acabó convirtiéndose en una reválida sobre la gestión de la primera ministra
03 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Parecían unas simples elecciones municipales en un rico barrio londinense. El antiguo aspirante a la alcaldía de la capital británica y defensor del brexit, el multimillonario Zac Goldsmith, tenía todas las de ganar. Pero, al final, la convocatoria terminó convirtiéndose en una reválida sobre la gestión de la primera ministra, Theresa May, y los liberaldemócratas ganaron el examen.
Tras la victoria del brexit en el referendo de junio, los liberaldemócratas centraron sus objetivos en conseguir una segunda consulta dado el ajustado resultado de la primera, y su voz se hace cada vez más fuerte en el Parlamento y los medios de comunicación. En paralelo, Goldsmith decidió dejar las filas conservadoras, al estar en desacuerdo con que la polémica ampliación de un aeropuerto londinense fuese finalmente para Heathrow y no Gatwick.
Las urnas hablaron y dieron la victoria a la desconocida Sarah Olney, pillando por sorpresa a todos. Se convierte en la novena diputada de los liberaldemócratas. Pese a ser un número insignificante frente a la mayoría absoluta de los conservadores, se interpreta como un aviso difícil de obviar para May.
«Nuestro mensaje es claro: no queremos una ruptura dura con la UE. No queremos salir del mercado único y no permitiremos que se impongan la intolerancia, las divisiones y el miedo», declaró Olney mientras celebraba la victoria. En la misma línea, su jefe de filas, Tim Farron, aseguró que en su partido «están de vuelta a lo grande». No perdió la oportunidad para reprocharle a May su intención de optar por un brexit duro.
Lejos de dar el brazo a torcer, los conservadoras se apresuraron a decir que el resultado «no cambia nada» en los planes de negociación con la UE. El Gobierno sigue adelante en su planes de activar el artículo 50 antes de que acabe marzo de 2017. Desde Bruselas, el líder del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, felicitó a la nueva diputada y reconoció que Europa «está observando». Las declaraciones sentaron fatal a los tories. El acérrimo defensor del brexit Iain Duncan Smith, le advirtió de que «se ocupara de sus malditos asuntos propios»