Trump anuncia que deja sus negocios para no entorpecer su presidencia

Adriana Rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Trump en su reunión con Mitt Romney
Trump en su reunión con Mitt Romney JOHN ANGELILLO / POOL

Dos multimillonarios y pesos pesados de Wall Street liderarán su equipo económico

01 dic 2016 . Actualizado a las 00:56 h.

Que el presidente de cualquier país anuncie que se va a dedicar a su labor como tal, no debería de ser noticia, sin embargo, ese es el caso de Donald Trump. Las dudas que suscita su doble papel de hombre de negocios y presidente, y el conflicto de intereses que lleva asociado, le obligaron ayer a anunciar -como ya es habitual en un tuit- que se desvinculará de sus empresas para centrarse «por entero» en sus tareas de Gobierno. Aunque según él, «por ley no está obligado a hacerlo». Esto no es del todo cierto, ya que existe una normativa que prohíbe a los funcionarios del Gobierno Federal (también al presidente) recibir cualquier tipo de compensación o regalo, por parte de Ejecutivos extranjeros. Teniendo en cuenta el volumen de su imperio, sería bastante fácil que cualquiera de sus negocios se enfrentase a dicha normativa.

Solo el desarrollo de su campos de golf incluye «adquisiciones recientes en Escocia, Irlanda y los Emiratos Árabes», además de nuevas inversiones «desde Europa del Este hasta el Sudeste Asiático, Oriente Medio, Sudamérica, China y EE.UU.», según la propia Organización Trump.

Ahora la pregunta es: ¿Quién se hará cargo del imperio empresarial? Trump asegura que lo explicará el 15 de diciembre en rueda de prensa, aunque todo apunta a sus hijos, Donald Jr. Ivanka y Eric. Si así fuese, las dudas sobre una posible incompatibilidad seguirían presentes, teniendo en cuenta el papel político que todos ellos están asumiendo. De ahí, que los expertos aconsejen un gestor independiente, al margen de la familia, o vender.

Entretanto Trump continúa perfilando una agenda conservadora para el próximo Gobierno. Sus último nombramientos han sido los de Steve Mnuchin como secretario del Tesoro y Willbur Ross, a cargo de Comercio. Coinciden en su condición de multimillonarios y su falta de experiencia política. Con la elección de Mnuchin y Ross, Trump se vuelve a desdecir en sus críticas a la influencia de Wall Street en la política. El hombre que dirigirá las finanzas es un exbanquero de Goldman Sachs y fundador de una productora de Hollywood con éxitos de taquilla como Avatar o la saga X-Men. Mnuchin será clave en el recorte de impuestos y la desregulación de la banca, puntos esenciales del llamado patriotismo económico que proclama Trump. «Vamos a concentrarnos en el crecimiento económico y en crear empleos», dijo Mnuchin. Este plan se concretó simbólicamente con el anuncio del grupo industrial Carrier de que renunciará a recolocar un millar de empleos en México.

Ross, de 79 años, es un gran detractor con los acuerdos comerciales internacionales. A este inversor de Wall Street, se le conoce como «el rey de la bancarrota» por invertir en empresas en quiebra. De hecho ya trabajó con Trump cuando varios de sus casinos quebraron y fue su asesor económico en campaña. El que sigue vacante es el cargo de secretario de Estado. Con el favorito, Mitt Romney cenó la noche del martes Trump.

La vieja guardia se impone al ala izquierdista demócrata al reelegir a Nancy Pelosi como la líder en la Cámara baja

Atrás quedan los mensajes renovadores y llenos de cambio. Los demócratas parecen no haber tomado nota de su derrota electoral y han optado por el continuismo. Así, obviando el desencanto creciente, el partido ha preferido reelegir como líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes a Nancy Pelosi.

A pesar de que lleva 14 años en el mismo cargo, Pelosi se impuso por un contundente resultado: 134 votos a favor y 63 en contra. Los primeros prefirieren apostar por la experiencia y por los promesas que Pelosi deslizó días antes, comprometiéndose a apostar por un estilo renovado e impulsar oportunidades para la entrada de nuevas caras.

Los segundos, en cambio, votaron por Tim Ryan, símbolo de un relevo generacional que el ala izquierdista del partido liderada por Bernie Sanders lleva meses reclamando y que llama a sacudir los cimientos de la formación para elaborar un mensaje convincente de cara a las elecciones legislativas del 2018, año en el que se renuevan los 435 escaños de la Cámara de Representantes.

«Me siento orgulloso de que mi concurso por el liderazgo demócrata haya empujado a nuestros miembros a tener serias discusiones familiares sobre nuestro futuro y muestra que ganaremos la mayoría en el 2018», dijo Tim Ryan tras la votación.

Relevo frustrado

A pesar de que es la octava vez que Pelosi, de 76 años, resulta elegida para liderar a los congresistas demócratas, hubo muchas voces que promovieron el relevo impulsado por su contrincante de 43 años. Ryan representa a un distrito manufacturero de Ohio -parte del llamado cinturón de acero que Hillary Clinton perdió- y se describía como el antídoto a los problemas que hoy tienen los demócratas. Porque si hay algo indiscutible es la profunda crisis que atraviesa el partido. «No esperábamos una derrota y ahora tenemos que ver cómo seguimos adelante», reconoció el congresista GK Butterfield, que defendía una nueva hoja de ruta para el partido. «EE.UU. afronta un momento peligroso y Pelosi está en la mejor posición para ayudarnos a ganar los comicios del 2018», defendió por su parte el legislador Bill Pascrell. La reelección de Pelosi, la mantiene como la mujer de mayor rango en la política de Estados Unidos.

La CIA advierte que sería el «colmo de la locura» romper el acuerdo nuclear con Irán

«El colmo de la locura», así, sin paños calientes, ha definido el director de la CIA, John Brennan, la posible ruptura del acuerdo nuclear con Irán, como amenazó con hacer durante la campaña electoral Donald Trump contempló durante la campaña electoral al considerar que la política de Barack Obama con respecto a la república islámica era «débil».

En opinión de Brennan, acabar con el acuerdo al que llegaron las grandes potencias y Teherán en julio del 2015 a cambio de frenar su programa nuclear «sería desastroso». «En primer lugar, que una administración rompa un acuerdo alcanzado por una administración previa sería algo sin precedentes». En segundo porque podría provocar una carrera armamentística en Irán que llevaría a otros países de la zona a embarcarse en sus propios programas y además solo ayudaría a fortalecer a los políticos de línea dura de la república de los ayatolás, declaró a la BBC.

Advertencia sobre Putin

El líder de la CIA no comulga tampoco con el coqueteo que Trump y Vladimir Putin llevan meses manteniendo y los deseos del primero de trabajar más estrechamente con el jefe del Kremlin. Brennan cree que Putin no es alguien de quien Washington pueda fiarse. Además de acusar a Rusia de ser responsable junto con el régimen de Bachar al Asad de la matanza de civiles en el conflicto sirio, algo que calificó de «indignante». Aunque espera que las relaciones entre Washington y Moscú mejoren, no dudó en advertir, alineándose con el secretario de Defensa, Ashton Carter: «Creo que el presidente Trump y la nueva Administración deben tener cuidado con las promesas rusas. Ya han fallado antes».

Brennan aconsejó al presidente electo «prudencia y responsabilidad», también con el lenguaje utilizado en materia terrorista. Pero sus advertencias caerán probablemente en saco roto, ya no solo por las posiciones que Trump ha deslizado, sino por las de su sustituto al frente de la Agencia de Inteligencia de EE.UU., Mike Pompeo, quien es partidario de dar marcha atrás con respecto a Irán, país que califica como «Estado promotor del terrorismo».