Trump desaira a los aliados del Pacífico

Adriana Rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

EDUARDO MUNOZ ALVAREZ | AFP

Anuncia que EE.UU. se desvincula del TPP y deja a sus socios solos ante el empuje de China

23 nov 2016 . Actualizado a las 16:45 h.

A 59 días del arranque del Gobierno de Donald Trump, la hoja de ruta ya está establecida y una de sus prioridades será hacer saltar por los aires el Acuerdo Transpacífico (TPP). «Voy a emitir una orden ejecutiva para retirarnos del Acuerdo Transpacífico, un desastre potencial para nuestro país», anunció Trump, certificando así la defunción de la primera medida estrella que impulsó Barack Obama. En un vídeo colgado en la Red de algo más de dos minutos, el republicano desgrana punto por punto el plan para sus primeros 100 días en la Casa Blanca. Su agenda se basa en un simple pilar fundamental: «colocar a Estados Unidos en primer lugar».

En lugar del TPP, el presidente electo negociará lo que considera «acuerdos bilaterales de comercio justo» para evitar la pérdida de empleos, un mensaje que le ayudó a ganar votos en el cinturón industrial del país. «Es una verdadera pena. Es trágico y profundamente desalentador, ver cómo se da marcha atrás a estas políticas», lamentó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, que recordó que su eliminación supone una puerta abierta para que Pekín trate de negociar su propio acuerdo. «China está aprovechando el momento para avanzar», advirtió.

El anuncio de Trump ha dejado descolocados a los once socios del TPP (Japón, Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) que ven cómo el futuro del tratado de libre comercio -que aglutina el 40 % de la economía mundial- queda en entredicho. Mientras que algunos insisten en continuar con el acuerdo sin EE.UU., otros apuestan por buscar tratados alternativos como el RCEP, que incluye a China y excluye a EE.UU.

«El TPP no tiene sentido sin Estados Unidos», declaró el primer ministro nipón, Shinzo Abe. Atrás quedan sus buenas impresiones sobre Trump: «Es un líder en el que se puede confiar», dijo hace menos de una semana cuando ambos se reunieron en la Torre Trump. Otros como Australia o Nueva Zelanda, creen que todavía hay posibilidades de que el multimillonario cambie de opinión: «Solo hay que dar a los estadounidenses tiempo suficiente para sopesar los pros y los contras», aseguraba Steve Ciobo, ministro australiano de Comercio. Mientras, Pekín llamaba a una mayor integración económica en la región Asia-Pacífico.

¿Y el muro?

Además de la eliminación del TPP, el republicano prometió que sus 100 primeros días habrá mano dura contra la inmigración, a través de la investigación de «todos los abusos de los programas de visado que minan al trabajador estadounidense». Eso sí, ni una palabra sobre el muro con México o las deportaciones de inmigrantes, ni sobre prohibir la entrada en el país de musulmanes. Tampoco ninguna mención sobre si derogará la reforma sanitaria de Obama, otra de sus grandes promesas de campaña.

Entre sus seis primeras órdenes ejecutivas también están la cancelación de restricciones en el desarrollo energético, algo que en su opinión, «creará millones de puestos de trabajo bien pagados». Además promete reducir las regulaciones en distintos campos de la economía, incluida la industria financiera.

El magnate hará hoy un parón en su agenda para desplazarse a su club de Palm Beach a pasar las fiestas de Acción de Gracias.

El magnate reúne a los periodistas para insultarles por su cobertura informativa

Una de las grandes inquietudes de cara a la nueva presidencia es que el futuro líder de EE.UU. sea alguien que desprecia de manera habitual a los medios de comunicación. No es ningún secreto que así es Donald Trump. Alguien que insulta a la prensa a golpe de tuit, sin filtros y tildándoles de «corruptos», «basura» y «falsos». «Creo que he sido tratado de manera muy dura», se justificaba Trump ante ejecutivos y periodistas en plena sede de The New York Times. El multimillonario acudía ayer a la redacción del prestigioso diario, tras meses de guerra abierta. Fueron 75 minutos de reunión en los que Trump dejó a un lado el tono desafiante que utilizó horas antes para llamar «fracasado» al mismo periódico. No fue el único episodio de estas características.

El lunes, el multimillonario se reunió con 40 directivos y ejecutivos de los principales canales de televisión, además de sus periodistas más prestigiosos como Wolf Blitzer o Lester Holt. Todos fueron convocados esperando poder limar asperezas con el presidente electo, pero sin embargo se encontraron con una bronca sin precedentes.

«Entro en una habitación llena de mentirosos ¡Todos son unos mentirosos!», cargó Trump a su llegada a una sala del piso 25 de la Torre Trump. Según relata el diario The New Yorker, el multimillonario se quejó de todo. Desde la cobertura que hizo la reportera de la NBC News, Katy Tur (a la que Trump insultó en decenas de mítines) hasta de las fotografías publicadas que lo sacaban con «papada». «¿Por qué no usaron imágenes más agradables?», preguntó ante la atónita mirada de los asistentes.

La riña duró más de 20minutos, en los que el neoyorquino volvió a hablar de medios «deshonestos», y aseguró que los peores eran la NBC y la CNN. «¡Mentirosos!», cargó de nuevo, flanqueado por sus leales Steve Bannon, Jared Kushner, Reince Priebus y Kellyanne Conway.

«Fue una reunión muy cordial», aseguró Conway. Nada más lejos de la realidad. «Trump tuvo un comportamiento inapropiado y esto es escandaloso», confesó uno de los presentes. «Estoy verdaderamente enfadado», dijo otro. «Es igual de fanfarrón que en la campaña», añadió un tercero.

Sus movimientos no invitan al optimismo, sino a pensar que el menosprecio a los medios de comunicación continuará. Desde que fue elegido, no ha sido posible hacerle preguntas de manera pública porque Trump no ha convocado ninguna rueda de prensa, batiendo así el récord de un presidente electo -lo tenía Bill Clinton en nueve días y ahora el neoyorquino le gana con catorce-. El multimillonario incumple la tradición de que le acompañe el habitual pool de periodistas, para cubrir al nuevo inquilino de la Casa Blanca. A ojos de muchos no parece que Trump entienda la primera enmienda, la misma que protege la libertad de expresión y la libertad de prensa  de Estados Unidos.

Caravana del Coraje comienza su marcha

Las voces de los afectados por las políticas discriminatorias de Trump comenzaron ayer ante la Torre Trump de Wall Street la marcha Caravana de Coraje, que les llevará el jueves hasta la Casa Blanca. Durante la semana de Acción de Gracias, DRM Action Coalition ha convocado a inmigrantes indocumentados, musulmanes, homosexuales y todo aquel que se considere agraviado a unirse a la marcha, que pasará por Nueva Jersey, Pensilvania y Maryland hasta llegar a Washington.