Macron da jaque a Hollande

alexandra f. coego PARIS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

PHILIPPE LOPEZ | AFP

El exministro de Economía francés presenta su candidatura a las presidenciales como independiente y complica aún más el pase del aspirante socialista a segunda vuelta

17 nov 2016 . Actualizado a las 08:26 h.

Ya lo hizo. Emmanuel Macron dio jaque ayer a su antiguo jefe y padre político, François Hollande, al anunciar su candidatura a las elecciones presidenciales francesas de 2017. El exministro de Economía dio la noticia durante un mitin en un centro de aprendizaje de Bobigny, un suburbio desfavorecido al noreste de París marcado por los problemas sociales. La elección del escenario no es fruto del azar. Bobigny es un bastión de la izquierda en las presidenciales y una de las ciudades emblemáticas del cinturón rojo, un conjunto de municipalidades comunistas cercanas a la capital.

Desde la creación de su movimiento político «En Marche!» [¡En Marcha!], que, con la confirmación de su candidatura, puede calificarse como motor de campaña electoral, Macron ha querido presentarse como una alternativa a la izquierda y derecha tradicionales. Sin aún revelar su programa, la imagen del exbanquero presentando su proyecto presidencial en tal marco ha enviado un mensaje claro: quiere afianzarse como un candidato ajeno al sistema.

El exministro, de 38 años, aprovechó su discurso de apenas 20 minutos para cargar contra la clase política y el «sistema de clanes» del que fue testigo durante su paso por el Elíseo. «El sistema ha dejado de proteger a aquellos a los que debía proteger», explicó en su alegato, que presentó internamente como «una alusión a los franceses». Para él, la organización política actual «vive por ella misma, más preocupada por su supervivencia que por el interés del país». Como candidato independiente de los grandes partidos, Macron ha querido resaltar la «esperanza» que él mismo piensa aportar. «Mi objetivo no es unir la derecha o unir la izquierda, sino unir a los franceses», insistió, respondiendo a las críticas que le acusan de llevar una línea política ambigua.

Nunca en la historia de la V República francesa, iniciada en 1958, un candidato independiente ha acumulado tanta popularidad, especialmente sin haber publicado aún su programa. Desde su dimisión en agosto, Macron se ha movido alrededor del 50 % de opiniones favorables según varios sondeos. Ahora, ya abiertamente en campaña electoral, su objetivo se sitúa en el 30 % de franceses «progresistas», que afirman no sentirse cercanos de ningún partido.

Las encuestas están hablando claro desde hace varios meses: la izquierda no pasará a la segunda vuelta de las presidenciales. Entre las razones, la fragmentación.

Dentro del Partido Socialista, la la candidatura de Macron no ha sido bien recibida, ya que podría traducirse una mayor división en su electorado. «Es muy molesto», admitió Jean-Christophe Cambadélis, secretario general del PSF. Por su parte, Hollande ha evitado referirse explícitamente a Macron, aunque llamó a la «unión» y la «cohesión» del país.  A la derecha, las reacciones también han sido críticas. Para François Fillon, candidato a las primarias de Los Republicanos, el exministro «aún no ha demostrado nada». Alain Juppé, el favorito de los comicios de la derecha, se expresó en la misma línea, advirtiendo que «hay que desconfiar» del «caballero blanco».

La iniciativa desestabiliza las primarias de la derecha

El anuncio de la candidatura de Emmanuel Macron llega tan solo cuatro días antes de la primera vuelta de las elecciones primarias de Los Republicanos. La entrada en juego del exministro de Economía podría afectar el resultado de los comicios. Por el momento, Alain Juppé, el favorito, se ha beneficiado de un sentimiento antisarkozysta que busca evitar una segunda vuelta de las presidenciales entre Marine Le Pen y Nicolás Sarkozy. El rechazo a tal escenario es tan grande que hasta un 10% de los electores de la izquierda se decían el mes pasado preparados a votar en las primarias de los conservadores con el fin de bloquear el paso al expresidente, resignados ante los sondeos que auguran una eliminación de la izquierda en la primera vuelta.

Sin embargo, la popularidad de Macron abre la puerta a una alternativa. El exministro defiende una línea política que seduce tanto a la derecha como a la izquierda y podría encontrarse detrás de la caída de 6 puntos en la intención de voto registrada por Alain Juppé los últimos días. Aún así, el alcalde de Burdeos sigue manteniéndose favorito con un 36%, diez puntos por encima de Sarkozy.

El ascenso de Fillon

Emmanuel Macron no es el único elemento que podría darle la vuelta a las encuestas de las primarias republicanas. François Fillon, que hasta ahora se mantuvo por detrás, en una tercera posición alejada del dúo Juppé-Sarkozy, dio un impresionante salto de 7 puntos en intención de voto según una encuesta publicada el pasado lunes, colocándose en un 20%. El ex primer ministro de Sarkozy se mostró eufórico con la noticia, señalando que «los franceses están cambiando los escenarios». «Sienten la sinceridad y la coherencia de mi proyecto para enderezar Francia», añadió. Fillon es consciente del voto estratégico que acumula Juppé por parte de los antisarkozystas, por lo que les llamó a votar por sus convicciones «en la primera vuelta, sin calcular para la segunda».

La confirmación de la peligrosidad de Fillon para el dúo Juppé-Sarkozy se confirmó ayer, cuando el exjefe de Estado decidió incluirle en sus críticas, normalmente reservadas a Juppé. «Yo decidía las reformas que Fillon llevaba a cabo», lanzó en una entrevista en la que, si no hubiese suficiente el dardo a su segundo, aprovechó para recordar que él fue «elegido», mientras que su ex primer ministro fue «nombrado».