Las 8 promesas que quiere cumplir Trump en su mandato

CLÁUDIA MORÁN REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Paloma Ferro

Construir el muro con México, prohibir la entrada de musulmanes a Estados Unidos o restablecer el ahogamiento como método de tortura son algunas de las polémicas medidas

09 nov 2016 . Actualizado a las 16:28 h.

La victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses podría suponer un cambio radical en las políticas llevadas a cabo en el país norteamericano durante los ocho años de Obama en la Casa Blanca y también en las alianzas históricas de Estados Unidos con las potencias mundiales. Durante la campaña, el republicano lanzó una retahíla de promesas electorales, algunas de lo más polémicas, pero que tras conocer su victoria electoral aseguró que cumplirá.

En su primer discurso tras la publicación de los resultados que le hacían vencedor, Trump prometió que habría un buen entendimiento de Estados Unidos con otros países y afirmó que «demócratas y republicanos deben unirse». Sin embargo, muchas de las medidas a las que se comprometió podrían enfrentarlo no solo a la oposición demócrata en el Congreso estadounidense, sino también a más de una potencia internacional.

1. Construir un muro en la frontera con México

Uno de los compromisos más repetidos por Trump durante la campaña electoral fue el de levantar un muro en la frontera que separa Estados Unidos con el país mexicano para evitar la entrada clandestina de personas. Una promesa complicada, teniendo en cuenta que la extensión de la franja limítrofe es de casi 3.200 kilómetros y la intención, según manifestó el republicano, es que la estructura esté equipada de una alta tecnología capaz de detectar túneles subterráneos.

Lo que Donald Trump pretende, además, es que sea el gobierno mexicano quien pague el muro, algo que el presidente del país centroamericano, Enrique Peña Nieto, ya advirtió que no sucederá. Ante la negativa, Trump amenaza con confiscar los pagos de remesas derivados de sueldos ilegales e incrementar el precio de los visados temporales de los diplomáticos y ejecutivos mexicanos. Eso supondría también romper el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá (NAFTA).

2. Expulsar a los inmigrantes sin papeles

Donald Trump no es amigo de la inmigración, y mucho menos de los indocumentados. En Estados Unidos hay unos 11 millones de personas en esta situación que sobreviven con permisos de trabajo y suponen, en realidad, un ahorro de hasta 600.000 millones de dólares para el país. Pero Trump insiste en que estas personas deben abandonar el país, un colectivo donde predominan los latinoamericanos y también los musulmanes.

3. Impedir la entrada a todos los musulmanes

La comunidad musulmana es otro colectivo que no agrada al futuro presidente estadounidense, quien manifestó que esta supone una amenaza al considerar que siente «odio» hacia Estados Unidos. Durante su campaña prometió bloquear el acceso de musulmanes al país «hasta desentrañar qué demonios está ocurriendo». En este sentido, también sugirió la realización de un test de ideología a los inmigrantes que quieran entrar en el país como medida de prevención del terrorismo.

4. Restablecer métodos de tortura

Obama abandonará la Casa Blanca sin haber conseguido cerrar la cárcel de Guantánamo, y Trump no tiene la menor intención de hacerlo. Por contra, el republicano aboga por restablecer antiguos métodos de tortura con los presos como el ahogamiento simulado, que consiste en echar agua en el rostro cubierto por una tela del reo, lo que produce una sensación de asfixia. Por si fuera poco impactante, también se refirió a otros métodos «mucho peores».

5. Las armas de fuego, un «derecho constitucional»

Trump desoye las voces que advierten de la peligrosidad de normalizar las armas de fuego. Para él, la licencia de armas está amparada por la Constitución del país y, de cumplir con sus intenciones, la tenencia de este tipo de maquinarias estará más normalizada que hasta ahora.

6. Menos impuestos para las grandes fortunas

 Otra de las promesas estrella de Trump, esta vez en materia económica, es revisar la política fiscal estadounidense para evitar que los impuestos sean una barrera para las empresas. Su propuesta es bajarlos a tasas no aplicadas desde la Segunda Guerra Mundial y que su tope sea del 15 %, a diferencia del 40 % actual. Otros, como el de ganancias o el que pesa sobre las herencias, también serán revisados.

7. Romper tratados y acuerdos internacionales

La economía, la ecología y la política exterior son tres de los asuntos en los que Donald Trump más discrepa con los hasta ahora aliados internacionales de Estados Unidos. Su intención es salir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte para lograr, según él, la «independencia económica» del país. Pero también pretende desmarcarse del acuerdo firmado por el 5+1 (con China, Rusia, Gran Bretaña, Francia y Alemania), que obliga a Irán a comprometerse a no construir una bomba atómica, porque la intención del republicano es controlar este país de oriente medio. «Irán será una nación tan rica, una nación tan poderosa, que tendrá armas nucleares. Van a controlar partes del mundo que no tenemos idea y creo que al final esto provocará un holocausto nuclear», afirmó.

En cuanto a su visión sobre la ecología, Trump rechaza el acuerdo de París sobre el cambio climático y aboga por medidas radicalmente distintas como retomar el proyecto del oleoducto Keystone para transportar petróleo. El magnate, tal como afirmó hace un tiempo a través de un tuit, cree que «el concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos con el fin de atacar la competitividad de la industria estadounidense».

8. Sí a Putin, no a Arabia Saudí

Si hasta ahora Estados Unidos se había caracterizado por sus buenas relaciones con Riad, Donald Trump va por otros derroteros muy distintos. Para él, la Rusia de Putin se perfila como el mejor aliado en oriente medio, algo que cambiaría radicalmente el esquema de alianzas del país norteamericano hasta la fecha, teniendo en cuenta que su homólogo ruso se entiende mejor con los gobiernos de Siria e Irán. En referencia a Arabia Saudí, Trump sentenció que «la razón principal por la que estamos con ellos es porque necesitamos petróleo. Pero la realidad es que ahora ya no necesitamos tanto el petróleo», y añadió que «ellos deberían pagarnos, porque sin nuestro respaldo, no existirían».