Clinton le tiende la mano a Trump «para el día después»

ADRIANA REY NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

SPENCER PLATT | AFP

El Partido Republicano ya se prepara para una derrota aplastante mientras el millonario ataca a Michelle Obama

22 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tiempo que la campaña presidencial se tornó en una contienda llena de insultos y golpes bajos. Sin embargo, la noche del jueves pareció que los candidatos se acercaban a una calma ansiada por sus respectivas campañas, ahogadas ya por la tensión alcanzada. «Eres una mujer fuerte y con talento», le dijo Donald Trump a Hillary Clinton. Posteriormente, ella le devolvía el cumplido: «Donald, pase lo que pase, tenemos que trabajar juntos después», le ofreció con cierta melancolía. Y es que esos segundos de complicidad recordaron a tiempos pasados, cuando los Clinton y los Trump compartían amistad allá por los años 90.

Ahora, ya nada queda de esa alianza que trató de rescatar el cardenal Timothy Dolan en la tradicional cena benéfica Al Smith, organizada por la Iglesia Católica en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York. «Hubo momentos muy emotivos», confesó Dolan en una entrevista televisiva. El cardenal estuvo toda la noche sentado entre demócrata y republicano, fue él quien consiguió que ambos se diesen por fin la mano: «El propósito de la cita es romper algo el hielo», dijo orgulloso.

Del elogio a la crítica

Las buenas intenciones eso sí, apenas duraron unos segundos. Trump y Clinton volvieron a ocupar su lugar y afilaron los cuchillos para una cena históricamente marcada por los chistes llenos de sarcasmo. Se trata de relajar la contienda, aunque con una ofensiva perfectamente estudiada.

«Hillary me ha dicho que, si es elegida, quiere que sea embajador en Irak o en Afganistán», dijo el magnate arrancando la carcajada del público. Pero lo que comenzó con risas, pronto se convirtió en abucheos: «Hillary es tan corrupta que la echaron de la comisión del Watergate», aseveró el aspirante republicano ante el enfado de los presentes. «Se pasó de la raya», confesó después un miembro de la familia Smith.

Horas más tarde y por primera vez, Trump volvía a la carga y en esta ocasión contra la primera dama de EE.UU.: «Lo único que quiere hacer es campaña», dijo en un mitin en Carolina del Norte, después de que Michelle Obama precisamente, hubiese sido la protagonista de uno de sus mejores chistes: «Michelle Obama dio un discurso el otro día y le gustó a todo el mundo. Melania da exactamente el mismo y la critican», relató sonriente y recordando así, el supuesto plagio de su mujer a la primera dama.

Donde no están para bromas es en el seno del Partido Republicano cuyos líderes ya se preparan para una derrota aplastante. Y es que las últimas encuestas dan a los demócratas más de un setenta por ciento de posibilidades de recuperar la mayoría en el Senado y siete puntos por encima en la carrera hacia la Casa Blanca.