Merkel se planta ante la fórmula de Theresa May para negociar el «brexit»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

RAINER JENSEN | EFE

La canciller dice que el acceso libre al mercado común europeo está inexcusablemente ligado a la libre circulación de personas

07 oct 2016 . Actualizado a las 07:26 h.

El acceso libre al mercado común europeo está inexcusablemente ligado a la libre circulación de personas, pues ambas forman parte de las cuatro libertades fundamentales del bloque. Lo dijo ayer la canciller alemana en el congreso anual de la Federación de la Industria Alemana (BDI) y se interpretó de forma casi unánime como un recado a la primera ministra británica, Theresa May, que ha planteado la separación de las dos cuestiones como el eje de su estrategia para activar la salida de la UE.

Merkel, que viajará la semana que viene a África para abordar allí dos puntos clave de la crisis de los refugiados, el combate de las causas que llevan a millones a abandonar sus países y los acuerdos bilaterales para frenar las migraciones, reconoció que las negociaciones del brexit con los británicos «no serán fáciles». En cualquier caso, advirtió de que el grado de acceso recíproco a los mercados será uno de los temas clave de las conversaciones. 

Peligroso precedente

En opinión de la canciller, desligar las dos libertades antes citadas y permitir al Reino Unido libre acceso al mercado común, sin que permita la libre entrada de comunitarios, sentaría un peligroso precedente que iniciaría un «amplio proceso» en el que cada país acabaría haciendo «lo que quiere». Merkel también advirtió que su Gobierno no realizará «ningún tipo de prenegociación» con el Reino Unido, una posibilidad aventada por medios británicos con la intención de romper la unidad del bloque europeo y obtener una posición de ventaja negociadora.

La intervención de la primera ministra británica en el cierre del congreso de su partido en Birmingham, abriendo la ofensiva contra los inmigrantes en un claro desafío a la posición de la UE, no ha estado exenta de críticas en su país, donde se interpreta como una apuesta por un brexit duro que puede empeorar las perspectivas exportadoras de la economía británica. Un estudio económico divulgado ayer revela que Escocia podría perder entre 30.000 y 80.000 empleos como resultado del brexit. La perspectiva más optimista anticipa una caída del PIB escocés del 2 % en un período de diez años.