La justicia alemana no investigará al cómico que insultó al presidente turco en la televisión

Patricia Baelo BERLÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

BRITTA PEDERSEN | SEBASTIAN CASTANEDA

Jan Böhmermann  saltó el pasado abril a los titulares internacionales por llamar, entre otras cosas, «follacabras» a Recep Tayyip Erdogan

05 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Jan Böhmermann, el humorista alemán que saltó el pasado abril a los titulares internacionales por llamar, entre otras cosas, «follacabras» a Recep Tayyip Erdogan, puede respirar aliviado. La justicia ha decidido archivar la demanda por injurias que el presidente turco presentó en su contra. «No se puede probar con la seguridad necesaria la existencia de hechos punibles», declaró ayer la Fiscalía de Maguncia, que subrayó que una sátira no es un delito si la caricaturización de las debilidades humanas no supone una difamación grave de una persona.

Los fiscales desestiman así la denuncia que interpuso Ankara basándose en el artículo 103 del Código Penal alemán, que data del siglo XIX y que castiga con hasta 3 años de prisión la ofensa a órganos y representantes de Estados extranjeros. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Hamburgo todavía mantiene abierto un proceso civil contra el cómico sobre el que no se pronunciará hasta el próximo 2 de noviembre.

Todo comenzó el 17 de marzo pasado, cuando la televisión regional NDR emitió la canción Erdowie, Erdowo, Erdogan, en la que denunciaba en clave de humor la fuerte represión que ejerce el régimen turco. Días más tarde, en su programa, emitido por el canal público ZDF, Böhmermann dio un paso todavía más audaz al leer en directo lo que él mismo denominó «poema difamatorio» en el que acusaba a Erdogan de practicar la zoofilia, golpear a menores y maltratar a discapacitados.

Algo que no sentó nada bien a Ankara, que presionó para que la cadena retirara el vídeo de su página web y la justicia abriera una investigación contra el célebre humorista, por lo que tachó de «crimen contra la humanidad».

Visita a Incirlik

No parece casual que el anunció de la Fiscalía de Maguncia se hiciera público precisamente horas después de que un grupo de diputados alemanes visitara la base militar turca de Incirlik. El viaje había sido vetado por el Ejecutivo de Erdogan, después de que el Bundestag aprobara en junio una resolución que califica de genocidio la matanza de 1,5 millones de armenios por parte del Imperio Otomano en 1915, y que solo volvió a ser autorizado después de que Angela Merkel rechazara el carácter vinculante de la medida.