Agresión xenófoba a un alcalde alemán favorable a los refugiados

PATRICIA BAELO BERLÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Había recibido amenazas, la última el mismo día del ataque

01 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La acogida de refugiados no solo está pasando factura en las urnas a Angela Merkel sino que también lastra la labor de los políticos locales, cada vez más en el punto de mira de los xenófobos. Los alemanes revivían ayer el ataque de octubre del 2015 contra la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, que fue apuñalada por defender el asilo, cuando el país comenzaba a desbordarse ante la masiva llegada de inmigrantes. La tarde del jueves el objetivo de la agresión fue el alcalde de Oersdorf, un pueblo de 850 habitantes situado en el estado federado de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania.

Joachim Krebschull quedó inconsciente después de que un desconocido le golpeara en la cabeza con una especie de garrote o palo de madera, cuando cogía su ordenador portátil del coche, antes de dirigirse a una reunión en el ayuntamiento, que estaba estudiando la posibilidad de rehabilitar una casa de la localidad, con el fin de convertirla en un albergue de refugiados. A pesar de que el edificio donde tenía lugar el encuentro estaba custodiado por seis agentes, el alcalde había aparcado su vehículo fuera del perímetro de seguridad, lo que permitió al agresor huir. 

«Quien no escuche, lo sentirá»

La policía investiga si el ataque tiene un trasfondo ultraderechista, mientras que la unidad regional encargada de este tipo de delitos ya ha asumido el caso. Krebschull, de 61 años, había recibido numerosas amenazas por promover la acogida de refugiados. Dos de las cartas llegaron el mismo día de la agresión, apenas unas horas antes, según informó la policía. «Quien no quiere escuchar, lo sentirá» y «Oersdorf de los habitantes de Oersdorf», rezaba una de las misivas, que pretendían disuadirle de sus planes.

Ya en agosto el alcalde se vio obligado a suspender la comisión de obras del ayuntamiento en dos ocasiones por amenazas de bomba y denunció varios «intentos masivos de intimidación». Peter Schröder, jefe del distrito de Segeberg, donde se ubica el pueblo de Oersdorf, dijo estar «horrorizado y muy afectado por un acto, que es de una violencia indescriptible».

El alcalde debe poder trabajar sin miedo, declaró el titular de Interior de Schleswig-Holstein, el socialdemócrata Sefan Studt, al tiempo que aseguró que la tesis del trasfondo xenófobo «cobra fuerza, por los acontecimientos de las últimas semanas», haciendo referencia a los éxitos electorales obtenidos por la ultraderechista AfD. Wolfgang Kubicki, líder regional del FDP, dio un paso más, al afirmar que no se trata de un caso aislado, «ya que en uno de cada dos municipios alemanes los representantes son agredidos por su política de asilo».