Los nuevos responsables del partido para Escocia y Gales son activamente críticos con la gestión del reelegido líder
28 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La alegría para el recién reelegido líder laborista, Jeremy Corbyn, duró poco. Una de las medidas que se aprobará durante el congreso incluye la designación de los responsables del partido para Escocia y Gales, quienes son activamente críticos con su gestión, por lo que su poder dentro del Comité Nacional Ejecutivo de la formación (NEC) se verá bastante mermado.
Tras un intenso debate en la conferencia anual que tiene lugar en Liverpool, Corbyn fue acusado de intentar manipular el equilibrio de la ejecutiva del partido. A la par, sus compañeros Kezia Dugdale y Carwyn Jones, eran propuestos para liderar a la formación en Escocia y Gales respectivamente, una elección que les otorga directamente un puesto como miembros de pleno derecho en el NEC, limitando así el margen de maniobra del líder y su número de apoyos internos.
Dugdale resaltó la «importancia vital» de este anuncio, con el que espera conseguir ser una «voz fuerte y apasionada» de los intereses de Escocia, un territorio clave para el laborismo ya que es el granero para hacerle sombra a los conservadores en unas elecciones generales. No lo tendrán fácil, pues la ventaja histórica de que solían gozar se ha evaporado ante el avance del Partido Nacional Escocés liderado por Nicola Sturgeon y que los dejó en los últimos comicios ante su peor resultado electoral.
El que tiene clara la importancia de cerrar heridas dentro del partido como condición para conquistar Downing Street es el alcalde de Londres, Sadiq Khan. Si bien apoyó la candidatura de Corbyn, ahora llama a trabajar juntos y conseguir «el mayor de los objetivos: llevar al laborismo otra vez al poder». Su discurso era uno de los más esperados en el pabellón Echo Arena. De hecho, muchos lo ven como líder de la formación si hace una buena gestión durante sus años como alcalde de la capital británica.