En Alepo solo quedan cuatro hospitales y 30 médicos para atender a 250.000 civiles sitiados

Laura Fernández Palomo AMÁN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

KARAM AL-MASRI | Afp

Los centros carecen de material médico esencial, como anestesias para paliar el dolor de los heridos intervenidos, medicinas o sangre

27 sep 2016 . Actualizado a las 07:22 h.

Solo queda operativo un hospital y tres clínicas en el este de Alepo, después de que ayer otro centro sanitario del barrio de Maadi quedara inutilizado en la peor campaña de bombardeos del régimen sirio y su aliado ruso contra las zonas rebeldes de la ciudad. El 90 % de los hospitales han sido dañados y solo quedan 30 médicos para atender a los 250.000 habitantes sitiados. Los centros carecen de material médico esencial, medicinas y sangre. «Ni siquiera tienen anestesia» para paliar el dolor de los heridos intervenidos, confirmaba el portavoz de Defensa Civil (los cascos blancos), Ibrahim al Hajj.

«Los pacientes son colocados en el suelo» y «los equipos médicos trabajan al límite de la resistencia humana», relató el doctor Abu Rajab de Save the Children a la agencia France Press. Las mujeres embarazadas y unos 85.000 niños solo tienen a su disposición un ginecólogo y dos pediatras, afirmó en Ginebra el pediatra Abd Arrahman de la Sociedad Médica Árabe Siria.

Las duras críticas de Occidente hacia Rusia no han conseguido disuadirle de remitir la embestida. El Kremlin deploró ayer «el tono y la retórica inadmisibles» que utilizaron el domingo los embajadores de Francia, el Reino Unido y EE.UU. en el Consejo de Seguridad de la ONU, que acusaron al ejército ruso de cometer una «barbarie» y crímenes de guerra en Siria. «Esta retórica puede causar un serio daño al proceso de paz», advirtió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Lo cierto es que no hay tal proceso, porque desde que Damasco pusiera fin al alto el fuego hace una semana se ha agravado dramáticamente la violencia. Todo pese a que Washington y Moscú insisten en reunirse para reactivar la tregua mientras siguen muriendo civiles.

Alepo sufrió ayer su quinto día de bombardeos para recuperar Alepo de los rebeldes. Una ofensiva que está acelerando el deterioro de la ciudad y las condiciones de vida de los residentes. Hace dos meses que no reciben ayuda humanitaria y cada vez tienen más dificultades para encontrar alimentos y agua. La escasez ha provocado que un aumento en cuestión de días de los precios de los alimentos, pasando de ser inalcanzables para la población que ya solo puede hacer una comida al día.

El agotamiento se apodera de los civiles que llevan años resistiendo entre asedios y bombas en la que fue la segunda ciudad de Siria, hoy determinante en la guerra. «Estos últimos años hemos soportado los bombardeos y no hemos abandonado Alepo. Pero ahora no hay ni pan, ni agua potable, nada en los mercados. La situación empeora día a día», explicaba Hasán Yasín, de 40 años, al corresponsal Karam al Masri de la agencia AFP.

Desde que fracasara la tregua de abril, que EE.UU y Rusia intentaron reeditar sin éxito este mes, 25.472 personas han muerto, casi 7.000 civiles, de los cuales 1.341 eran menores, según el Observatorio Sirio de Derecho Humanos.