Macri sufre las críticas internas por negociar sobre las Malvinas

PAULA SABAJANES BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

MIKE SEGAR | REuters

El presidente propuso «solucionar amigablemente» la disputa que mantienen desde hace dos siglos Argentina y Reino Unido por la soberanía de las islas

22 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mauricio Macri quiere cambiar el tono en la relación con el Reino Unido pero su propuesta de paz desencadena el conflicto interno. El presidente propuso «solucionar amigablemente» la disputa que mantienen desde hace dos siglos Argentina y Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas. En su debut ante el plenario de Naciones Unidas, buscando lanzar un mensaje que presente el «nuevo estilo» del país en la arena internacional, Macri dejó la puerta abierta para reabrir el debate sobre el Atlántico Sur, pero acabó como escudo ante el «fuego amigo». El arco político argentino al completo, incluyendo miembros de su partido (PRO) y sus aliados en la coalición de Gobierno (UCR y Coalición Cívica), le había disparado estos días desde un insólito frente común por el documento firmado con Gran Bretaña para avanzar en acuerdos bilaterales dejando de lado la reivindicación sobre la soberanía de las islas.

Macri avivó el debate asegurando que la premier británica, Theresa May, se mostró partidaria al diálogo sobre Malvinas en una charla informal y provocó que la canciller argentina, Susana Malcorra, saliera a rebajar el alcance del encuentro. En medio del revuelo, el Congreso ya interpeló al Gobierno para que lo incluya en cualquier definición sobre las islas y espera la comparecencia de Malcorra para conocer los detalles de las negociaciones. Elisa Carrió, aliada en Cambiemos y presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, provocó otro cortocircuito al habilitar el debate a pedido Frente para la Victoria.

Y también la oposición y los excombatientes le piden al presidente que cumpla el «mandato constitucional» de defender la soberanía, respete la legislación que castiga la explotación foránea de hidrocarburos y pesca en la plataforma continental y que no «entregue» las islas para evitar el veto del Reino Unido a la candidatura de Malcorra a la Secretaría General de Naciones Unidas.