Un elevado riesgo geológico en la costa mediterránea

J. Ramón Vidal Romaní CATEDRÁTICO DE GEOLOGÍA DE LA UDC

INTERNACIONAL

25 ago 2016 . Actualizado a las 08:00 h.

La costa mediterránea es una pistola cargada de riesgos geológicos con el gatillo limado para que, al menor roce, se dispare la tragedia. Dirigentes políticos y agencias de información pretenderán calmarnos arropándonos con detalles tan minuciosos como inútiles: magnitud, intensidad, escala de Richter y de Mercalli modificada o antigua, réplicas, contrarréplicas, epicentro e hipocentro.

E inmovilizarnos con el miedo a lo incontrolable, número de muertos, edificios destruidos, enterrados en vida, equipos de rescate, condolencias y tal y tal. En sordina se menciona la proximidad del episodio con el sismo del 2009 en la población vecina de L’Aquila donde muertos y ruinas fueron aún mayores. Y para desdramatizar detalles inocentes aunque sobrecogedores como el campanario del siglo XIII de Amatrice que permanece intacto. Las preguntas son ¿qué sea hecho en la zona para prevenir los seísmos desde el sismo de L’Aquila? ¿Se construía mejor en el siglo XIII que en la actualidad? La caída de un meteorito es impredecible, pero el conocimiento la tectónica de placas actual en el Mediterráneo es, gracias a los geólogos, lo suficientemente preciso como para saber del elevado riesgo sísmico de la zona de los Apeninos.

Sabiendo que todo puede volver a repetirse (esta vez no ha tardado más de siete años) hay que poner los medios para que nunca más se caigan ni casas, ni puentes ni haya más muertos haciendo un estudio de la viabilidad de las construcciones y controlando con una red sísmica ajustada la evolución de la actividad de las placas tectónicas en la zona.

J. Ramón Vidal Romaní es catedrático de Geología de la UDC.