Maduro purga a los altos funcionarios que apoyan el referendo revocatorio

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Miguel Gutiérrez | EFE

Los 99 empleados públicos señalados tienen 48 horas para abandonar sus cargos

24 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los radicales ganan terreno en el Gobierno venezolano. Justo unos días después de que Nicolás Maduro dijera que Taryp Erdogan quedaría «como un niño de pecho» con las medidas adoptadas tras el golpe de estado en caso de que se produjera un levantamiento en Venezuela, el portavoz del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y alcalde del municipio más grande de Caracas, Jorge Rodríguez, anunció que los ministros de 5 departamentos tenían un plazo de 48 horas para despedir a todos los empleados estatales de confianza (los llamados cargos 99) que, como dijo, «firmaron en el fenecido revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro». La propuesta de despedir a funcionarios estatales de alto rango que estuvieran en contra del Gobierno partió del influyente Diosdado Cabello, pero ahora se ha convertido en política de Gobierno ordenada por el propio Nicolás Maduro.

«No puede haber en cargos directivos personas que estén contra el presidente. Se le entregó a esos ministros los nombres de los cargos 99 que expresaron de forma pública su cercanía con la derecha venezolana (?) Tienen un plazo de 48 horas para que estas personas, que tienen puestos de confianza tengan otro destino laboral, porque esos son los que maltratan al pueblo, los que retrasan los procesos», dijo el portavoz gubernamental. No solo eso porque atribuyó a esos funcionarios el hecho de que un 78 % de los venezolanos perciban negativamente a Maduro.

En teoría, los datos de los que respaldaron el revocatorio (que no está fenecido dado que el pasado lunes todavía se dio un nuevo avance en el proceso) no son públicos. Pero desde que en marzo se recogieron las firmas, el alcalde caraqueño ha demostrado que conoce al detalle quiénes respaldaron la primera fase del revocatorio. Cabello, a su vez, señaló que «4.000 funcionarios de alto rango firmaron contra Chávez en el 2004 y Maduro», pero no hay una cifra oficial sobre la purga que parece inminente.

Varios analistas han dicho que Maduro ha optado por atrincherarse en su postura más radical para eludir la revocación de su mandato. El proceso es apoyado por un total de nueve de cada diez venezolanos. De ahí que, como dicen las encuestas publicadas en julio, perdería con un 75 % de los votos.

Pisos para los olímpicos

Pero desde que la semana pasada se refirió a Erdogan, el líder del Gobierno no ha hecho más declaraciones políticas. El lunes prometió viviendas y un bono en dólares a los 86 atletas de su país que participaron en los Juegos Olímpicos de Río 2016, de los que volvieron con tres medallas.

Frente a la purga que pretende Maduro, la oposición venezolana denunció por discriminación a Rodríguez. En una declaración que no es nada usual, el defensor del Pueblo, Tarek Saab, muy cercano al Gobierno, señaló que «el único criterio para destituir a un funcionario es la eficiencia».

Paralelamente el secretario de Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, escribió en una carta al preso de conciencia Leopoldo López que lanzó en Twitter, que el de Maduro «es un régimen» y que el estado que impera en Venezuela es «una tiranía», después de que a López se le ratificara una condena de 14 años de prisión.

El diplomático uruguayo indicó que «en Venezuela, hoy no rige ninguna libertad fundamental ni ningún derecho civil o político» y que «se ha traspasado un umbral que es el fin mismo de la democracia. La comunidad internacional es clara al pedir no más tiranía en el cielo, un cielo que ya no existe» Almagro lidera una coalición de al menos 15 países de la OEA, que consideran que al Gobierno de Maduro deben aplicársele sanciones.