Los yihadistas utilizaron a un menor en el atentado contra la boda kurda

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Son ya más de 50 los muertos en la explosión, que activa las alarmas en Turquía

22 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El terror volvió a golpear Turquía y lo hizo de la forma más impactante, con un menor provocando una masacre con más de 50 muertos en una boda celebrada Gaziantep, una ciudad próxima a la frontera Siria de mayoría kurda, lo que hizo saltar todas las alarmas en una zona especialmente sensible debido a su proximidad con Siria. Todo apunta a que detrás del brutal atentado está el Estado Islámico como señaló el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Gaziantep se ha convertido en un punto de paso de numerosos refugiados sirios que huyen de la guerra civil iniciada hace más de cinco años y medio. Pero, además de refugiados y militantes opositores, en la región están presentes un número significativo de yihadistas. El atentado de Gaziantep se produjo el mismo día en que el primer ministro, Binali Yildirim, anunció que Turquía quiere tener un papel «más activo» en la solución de la crisis en Siria con el fin de «detener el baño de sangre».

El partido izquierdista prokurdo HDP - la principal kurda de Turquía y tercera en número de escaños en el Parlamento de Turquía- indicó en un comunicado que los novios eran miembros de su formación política. «Condenamos a quienes lanzaron este ataque y las fuerzas e ideologías tras sus acciones», señaló el partido en un comunicado.

La región del sureste de Turquía, donde se encuentra Gaziantep, alberga una mayoría de población kurda. Existe desde hace años una fuerte tensión entre los colectivos izquierdistas cercanos al partido HDP y los movimientos islamistas en la órbita del Estado Islámico. Turquía sufre desde hace más de un año una serie de atentados muy mortíferos atribuidos al EI o al PKK, sobre todo en las ciudades de Ankara y Estambul.

El brutal atentado tuvo lugar en medio de la celebración de una boda, concretamente en lo que se conoce como la «noche de la hena», una ceremonia en honor de la novia que tenía lugar en plena calle de un concurrido barrio de Gaziantep.

A la fiesta asistían básicamente kurdos, la etnia cuyas milicias protagonizan una encarnizada lucha en el norte de Siria y en Irak contra el yihadismo. El autor de la matanza fue un menor de entre doce y catorce años, según datos de las autoridades turcas, que se había desplazado a la fiesta acompañado de dos hombres de 25 años. No está claro si los explosivos que llevaba adheridos a su cuerpo los activo él mismo o provocaron la detonación a distancia. «Estábamos sentados en las sillas, yo estaba charlando con un vecino. Murió, se desplomó delante de mí durante la explosión. Si no hubiera caído sobre mí, yo también habría muerto», explicó un asistente a la ceremonia que logró sobrevivir, al igual que los novios.

El lugar se convirtió en un caos, con escenas dantescas, cuerpos con «la cabeza, el brazo o la mano desperdigados por el suelo», según relataba otro testigo. El balance provisional eleva a 51 el número de víctimas, entre ellas mujeres y niños. También hay 94 heridos, 69 siguen bajo tratamiento en los hospitales y 17 de ellos se encuentran en estado crítico.