El Reino Unido podría permanecer en la UE hasta «final de 2019»

Rita Álvarez Tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

NEIL HALL | REUTERS

«The Sunday Times» publica que el Gobierno británico planea retrasar un año el Brexit

14 ago 2016 . Actualizado a las 23:11 h.

La obsesión por poner una fecha a la salida oficial del Reino Unido de la Unión Europea tuvo el domingo una nueva quiniela. En concreto, el periódico Sunday Times publicó un extenso relato basado en declaraciones de fuentes gubernamentales en el que se explica que no será posible poner en marcha el proceso de ruptura con la UE hasta al menos finales de 2019, pues los principales ministerios de Londres no están preparados para lidiar con las negociaciones del brexit.

Así, el actual gobierno liderado por Theresa May se hallaría en una situación demasiado «caótica» para iniciar el proceso con antelación, según dijeron fuentes anónimas que están en contacto permanente con los ministros británicos. «Ahora están pensando que la activación del artículo 50 podría retrasarse hasta el otoño del 2017», reconoció una de las fuentes.

La propia May y otros miembros de su equipo difieren en público sobre cuándo debe invocarse el famoso Artículo 50. Pero ante tanta presión, por el momento, la primera ministra solo confirma que el brexit no será este año, alegando que Reino Unido necesita tiempo para prepararse.

En esa línea, un portavoz del 10 de Downing Street confirmó una vez más, mientras May se encuentra de vacaciones con su marido en Suiza, que la máxima prioridad de la primera ministra es «entregar la decisión del pueblo británico para salir de la UE y hacer del brexit un éxito».

Durante la formación de su gabinete, May apostó fuerte por la salida de la UE con la creación de dos nuevos ministerios, uno para manejar directamente la negociación con las diferentes instituciones comunitarias y otro para potenciar el comercio internacional, estando dirigidos ambos por dos defensores del Leave en el referendo, David Davis y Liam Fox, respectivamente.

Pero ahora, los principales problemas que se encuentra Londres son la falta de infraestructura y de personal. Según los datos que van trascendiendo del nuevo gobierno, Davis reclutó a menos de la mitad de las 250 personas que necesita para su ministerio y tiene a menos de un centenar de los 1.000 negociadores comerciales que está buscando. Para rematar la guinda, se especula con la posibilidad de que el personal ministerial ni siquiera sepa las preguntas correctas a plantear cuando finalmente comience la negociación.

Rápida salida

Desde las capitales europeas, con París y Berlín al frente, piden una salida rápida de Londres de la UE para evitar más repercusiones negativas en la economía. La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció durante la visita de May a Berlín que si bien era comprensible que Reino Unido necesita unos meses para preparar su estrategia, «nadie quiere un largo período en el limbo». Otro factor importante es precisamente la celebración de elecciones en Francia en mayo y Alemania en septiembre, produciendo ambas un retraso en el calendario.

Sin embargo, May no quiere arriesgarse a jugar con fuego, pues sabe que un continuo retraso en la fecha del brexit podría provocar que aumente el número de críticas e incluso su destitución, pues ella fue una política que defendió la permanencia en la UE, codo con codo con el anterior primer ministro conservador, David Cameron.

Farage amenaza con volver

El exlíder del euroescéptico UKIP Nigel Farage fue más allá y habló de regresar a su anterior puesto para hacer de la ruptura con la Unión Europea una realidad si May y su equipo no quieren tomar las riendas de la situación. «Espero no tener que hacerlo», intentó defender un poco creíble Farage, quien predijo incluso futuras protestas en todo el país si no se cumple el mandato de las urnas con celeridad.

Sobre la postura de May sobre el brexit también opinó Peter Bone, diputado conservador de la circunscripción de Wellingborough y quien hizo campaña por la salida. Para Bone las informaciones de ayer son una mera especulación, pues Theresa May es la primera interesada en que se dé por finalizado el brexit pronto y que no le empañe el camino en las próximas elecciones generales. «Creo que las personas que están a favor de salir de la UE, solo quieren asegurarse del éxito del proceso. Tenemos confianza en David, Liam y la primera ministra», reconoció.

Las primarias laboristas abren otra guerra para Corbyn

El líder laborista británico, Jeremy Corbyn, cargó ayer con dureza contra su número dos, Tom Watson. Sin temblarle el pulso, le acusó de engañar deliberadamente sobre el posible «intrusismo trotskista» en las filas del partido que defiende.

Watson sostiene desde hace semanas que miembros de la izquierda radical, procedentes de otros partidos y que fueron expulsados de las filas laboristas en los 80, vuelven ahora al partido liderado por Corbyn con el fin de conseguir que este vuelva a ganar en las primarias frente al otro candidato, Owen Smith.

De hecho, Watson no dudó en enviarle a Corbyn un dosier con contenido que probaría la citada teoría de la conspiración. Pero el líder laborista no duda en tildarla de «sin sentido y no duda en reivindicar que su segundo sabe que es «absurdo» plantear esas acusaciones.

«Solo le pido a Tom que haga números. Si 300.000 personas se han unido al Partido Laborista, en ningún momento, en la imaginación más lúcida de nadie hay 300.000 extremistas sectarios en el país, que se han hecho de repente del Partido Laborista», le reprochó Corbyn a Watson.

Corbyn también tuvo varios mensajes para el secretario general laborista, Iain McNicol, pues cree que debe responder a preguntas sobre su conducta en los últimos meses. Su principal discrepancia viene dada por la reavivación de McNicol en contra de que los 130.000 nuevos miembros laboristas puedan votar en las primarias laboristas previstas para finales de septiembre.

El pasado viernes, el tribunal de apelación falló a favor de McNicol, quien cree que el Comité Ejecutivo Nacional (NEC) debería tener la última palabra sobre si los afiliados laboristas pueden votar. Sin embargo, para Corbyn no hay duda de que los ciudadanos que se unieron recientemente al laborismo lo hicieron para participar de forma activa y ejercer su derecho a voto.

El Partido Laborista celebrará las primarias sin el voto de cerca de 130.000 afiliados a los que no se ha permitido participar porque no han pagado una tasa de 25 libras. Cinco miembros de la formación habían pedido a la Justicia que declarara ilegal la maniobra del Comité Ejecutivo Nacional. La Corte de Apelaciones respaldó el viernes la medida y revirtió la decisión tomada cuatro días antes por el Tribunal Superior de Londres, que había declarado ilegal el veto a los afiliados. Los cinco denunciantes habían recaudado 93.572 libras en donaciones para librar esta batalla judicial, pero no pueden asumir los costes de un nuevo recurso