Alemania acepta dar tiempo al Reino Unido para que prepare el «brexit»

Patricia Baelo BERLÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Guido Bergmann | Efe

Theresa May afirma en Berlín que no pedirá la salida hasta finales de este año

21 jul 2016 . Actualizado a las 08:47 h.

El primer cara a cara de las dos damas de hierro, diametralmente opuestas pese a haber sido comparadas hasta la saciedad, tuvo poco brillo. Theresa May, vestida de negro para demostrar la firmeza con la que quiere reconducir al Reino Unido. A su lado, Angela Merkel, que quiso enviar un mensaje de calma a los suyos, al optar por una chaqueta azul turquesa. Pese a la expectación generada, la primera comparecencia conjunta de la primera ministra británica y la canciller alemana se saldó sin sorpresas.

«Brexit significa brexit» y no hay marcha atrás, insistió la sucesora de Cameron, que quiso suavizar el tono de sus declaraciones saludando a la prensa en alemán. May se mantiene en sus trece: necesita tiempo para preparar las negociaciones y tener «claros» sus objetivos, por lo que no invocará el artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar la salida de Londres de la Unión Europea antes de fin de año. En su primer viaje al extranjero desde que asumiera el cargo de primera ministra, hace una semana, la mandataria garantizó que, mientras siga siendo miembro del bloque, el Reino Unido respetará «los derechos y obligaciones» que le corresponden.

En su sempiterno tono ambivalente, Merkel no tardó en asegurarle a May que comprende que necesite tiempo para «reflexionar», aunque también insistió en que «por el bien de todos» espera una «posición muy bien definida» y que le corresponde a ella [Theresa May] determinar «la futura relación» que tendrá el Reino Unido con la UE. No habrá ningún tipo de negociación hasta que Londres no solicite formalmente su salida, subrayó una vez más la canciller alemana, que confía en que el divorcio se produzca «en una atmósfera amistosa y sobre la base de muchas convicciones comunes», pese a que cada parte, reconoció, «defenderá sus intereses».

Ambas mandatarias se empeñaron en ofrecer una imagen de sintonía, tal como exigen las más de 2.500 empresas alemanas radicadas en la isla y las cerca de 3.000 británicas que operan en territorio germano. «Por supuesto que la naturaleza de nuestra relación va a cambiar» con el brexit, reconoció May, al mismo tiempo que destacaba su voluntad de mantener los estrechos lazos con los socios europeos. No solo en materia económica, sino también ante desafíos comunes como la lucha contra el terrorismo, el conflicto ucraniano, la guerra siria o la crisis de los refugiados, señaló la primera ministra británica, que con ese objetivo viaja también a París, donde se reunirá hoy con el presidente François Hollande.

Presidencia de turno

Sin embargo, la cooperación con el eje franco-alemán va a resultar complicada. Sobre todo después de que Londres renunciara ayer mismo a la presidencia de turno del Consejo Europeo, prevista para el segundo semestre del 2017. Una decisión que la propia May comunicó por telefóno al presidente del Consejo, Donald Tusk, argumentando que es lo «correcto» para poder concentrarse en las negociaciones de divorcio, de las que se encargará el ministro conservador David Davis. Horas después un portavoz del Consejo Europeo anunció que los 27 han acordado que Estonia adelante seis meses el inicio de su presidencia y ocupe así el lugar que deja el Reino Unido. Las siguientes presidencias irán «en el orden previsto actualmente», precisó el portavoz.