La Haya falla en contra de China

Sara R. Estella PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Disputa sobre el control del Mar de China Meridional
Alexia

Considera que Pekín violó los derechos de Filipinas en el mar

13 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En una decisión que no sorprendió a ningún país involucrado, el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya falló a favor de Filipinas en el contencioso que mantiene con Pekín en el mar de China Meridional. Según la sentencia, China no tiene base legal para apelar a motivos históricos y reclamar así la soberanía de la mayoría de las islas y atolones de la zona. El Gobierno chino reiteró que no acatará la decisión al considerar que el tribunal no tiene competencias para juzgar el caso.

Pekín reclama desde hace años la soberanía del 90 por ciento de las aguas de la zona amparándose en su demarcación de «los nueve trazos», un área en la que se concentran la mayor parte de las islas a pesar de que muchas están a más de 2.000 kilómetros de sus costas. Se trata de una zona clave para el tráfico marítimo mundial ya que por ahí pasan el 30 % de las rutas comerciales de todo el mundo. Además, es rica en bancos de pesca y se estima que contiene yacimientos de recursos como gas y petróleo.

El tribunal también dictaminó que China «ha violado los derechos de soberanía de Filipinas con respecto a su zona económica exclusiva y su plataforma continental». El veredicto considera, además, que el gigante asiático ha dañado los arrecifes de coral del mar Meridional al construir islas artificiales en la zona. Varias imágenes de satélite han probado que desde el 2013, cuando Filipinas interpuso la demanda, Pekín ha ganado 1.175 hectáreas al mar en las que edificó puertos, pistas de aterrizaje, faros e incluso desplegó un sistema de misiles.

Del mismo modo en que era predecible la sentencia, también lo fue la reacción de China, que en los días previos desplegó una intensa campaña de propaganda, que incluyó maniobras militares con fuego real en esas islas como símbolo de su hegemonía. Para Pekín, que no acepta la sentencia, el veredicto «es ilegal y nulo». A su juicio, el Tribunal de Arbitraje de La Haya no tiene jurisdicción en este asunto.

Por su parte, Filipinas contuvo su reacción al pedir «moderación y sobriedad». El ministro de Exteriores, Perfecto Yasay, destacó su respeto por una decisión en la que ve «una importante contribución a los esfuerzos continuados en tratar las disputas» en la zona. Días antes, en un tono conciliador, el presidente Rodrigo Duterte manifestó su intención de negociar con Pekín sobre la explotación de los recursos de esas aguas.

Las reacciones de otros países asiáticos que también mantienen disputas marítimas con China, como Japón, Taiwán o Vietnam, no se hicieron esperar. Según los expertos, la sentencia marca un punto de inflexión en las ansias territoriales de China y podría llevar a otros gobiernos a seguir el camino abierto por Filipinas. Estados Unidos, aliado de Filipinas y con grandes intereses geoestratégicos en la zona también aplaudió la decisión.

A pesar de que se trata de una decisión con carácter vinculante para las partes, el tribunal no tiene el poder ni los mecanismos necesarios para obligar a su cumplimiento. Además, la sentencia, en contra de lo que solicitó Manila, no incluye una declaración que obligue a China a respetar «los derechos y libertades de Filipinas según la Convención aplicable». Un aspecto que podría contribuir, según los expertos, a aumentar la tensión en esa área al desencadenar una carrera de armamento militar.