Alarma en la base aérea del «Air Force One» por un error de comunicación

Europa Press WASHINGTON

INTERNACIONAL

BRENDAN SMIALOWSKI | AFP

A primera hora de la mañana se decretó su cierre por la presencia de un «tirador activo», aunque finalmente se informó de que se trataba de un simulacro

30 jun 2016 . Actualizado a las 18:31 h.

El cierre de la base militar Andrews, próxima a Washington y donde tiene su base el avión presidencial estadounidense Air Force One, a primera hora de la mañana de este jueves por la supuesta presencia de un «tirador activo» ha sido el resultado de un error en la comunicación interna, según ha reconocido la propia unidad militar.

Las alarmas habían saltado cuando la base, situada en Maryland, a unos 24 kilómetros de la capital, ha informado en torno a las 9.00 horas en su cuenta de Twitter del «cierre» de las instalaciones por la presencia de un «tirador activo» y que ha ordenado a su personal que buscara refugio.

Posteriormente, ha precisado que estaba previsto realizar «un ejercicio con un tirador activo, sin embargo, se recibieron informaciones de una situación de tirador activo real» en la instalación médica Malcolm Grow y que hasta allí se han desplazado los equipos de emergencia.

Tras informar hace alrededor de una hora de que todo estaba «despejado» con la excepción de la instalación médica, la Base Conjunta Andrews ha aclarado que lo sucedido ha sido todo el resultado de un fallo de comunicación que se ha producido coincidiendo con un simulacro sobre el que no se había informado con antelación.

El «incidente» ha quedado resuelto a las 10.40 horas, después de que los servicios de emergencia «hayan determinado que no hay amenaza en la base». De acuerdo con la explicación ofrecida, «estaba previsto realizar un ejercicio de tirador activo sin previo aviso a última hora de la mañana en la otra parte de la base».

Sin embargo, «una identificación equivocada por parte de los servicios de emergencia de las fuerzas de seguridad que realizaban una inspección rutinaria» del Malcolm Grow provocó que se comunicara equivocadamente que había una «situación de tirador activo real» antes de que comenzara el simulacro.

El comandante de la base, el coronel Brad Hoagland, ha justificado la alarma generada subrayando que se toman «todas las amenazas en serio» y, por tanto, se reaccionó «para garantizar la seguridad de las personas en la base».

«Aplaudo la rápida reacción de nuestros primeros efectivos en mantener la seguridad de la familia de la base como la prioridad número uno», ha añadido vía Twitter, celebrando que «afortunadamente esta no ha sido una situación que amenazara la vida de personas».

Además, el coronel ha agradecido a las «autoridades locales por ofrecer rápidamente su apoyo y su ayuda».