Los conservadores abren la carrera para reemplazar a su líder y primer ministro

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Crabb, Hunt, May y Johnson
Crabb, Hunt, May y Johnson

El ministro de Finanzas, George Osborne, anunció este martes que no será candidato. El sustituto se anunciará el 9 de septiembre

29 jun 2016 . Actualizado a las 08:38 h.

El Partido Conservador abre hoy las candidaturas para elegir al sustituto de David Cameron, durante 24 horas. El 9 de septiembre es el día fijado para anunciar quién será el nuevo líder tory y primer ministro que afronte la desconexión con Europa.

El ministro de Finanzas, George Osborne, anunció ayer que no será candidato. El primero en postularse fue el titular de Trabajo, Stephen Crabb, mientras el de Sanidad, Jeremy Hunt, estudia entrar en la pugna. Pero si no hay sorpresa la batalla por el liderazgo tory estará entre dos: el diputado y exalcalde de Londres Boris Johnson, el principal impulsor del brexit, y la ministra de Interior, Theresa May, que apoyó la permanencia.

La prensa habla ya de una operación bendecida por Downing Street para vetar a Johnson, cuyo triunfo supondría la recompensa a una decisión, la de ir en contra de Cameron, vinculada a su afán por sucederle. El premier y sus diputados afines maniobran desde hace días para que la elegida sea May. Opción que cuenta con el visto bueno de la mayoría de los británicos, según un sondeo de YouGov. Pese a su popularidad, Johnson no tiene el apoyo de la mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes, aunque ya se anotó ayer el punto de atraer a su campaña al titular de Justicia, Michael Gove, otro de los líderes del brexit. Si el elegido para liderar el partido y las negociaciones de salida de la UE es un partidario del brexit que no cuenta con el favor de la cúpula del partido, se podría repetir entre los tories la crisis que dinamita el laborismo.

La solución, para laboristas y conservadores, serían nuevas elecciones generales. Pero una campaña electoral, además de provocar nuevos debates en un país dividido, paralizaría sin duda las negociaciones con la UE, cuyos líderes a duras penas dominan su impaciencia. Una propuesta alternativa sería abrir negociaciones con la UE y una vez conseguido un estatuto ventajoso para el Reino Unido, someter la propuesta de salida a un segundo referendo. Esa es la postura del ministro Jeremy Hunt.