Dos millones de británicos piden otro referendo y algunos lamentan haber elegido «out»
26 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«El porcentaje del resultado del referendo no es suficiente para tomar una decisión tan importante», sostiene Susie, una de los dos millones de firmantes para que haya una segunda consulta. En realidad, no tiene muchas esperanzas de que se haga realidad y lo ve como «una de forma de intentarlo para mejorar la situación». También considera muy importante que el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, esté presente en las negociaciones con la UE para dar voz a los londinenses partidarios del in.
Para Susie, explicar los argumentos a favor de la permanencia era «demasiado complicado de hacer en campaña, ya que la mayoría de la gente se aburría». Para ella, era un tema muy familiar pues ha trabajado mucho con la UE, sabe a quién tiene que escuchar y cuenta con sus propios conocimientos. «Pero eso no le ocurre a la mayoría del pueblo, que recibía demasiada información y se vio más atraída por el discurso nacionalista del Leave».
Colapso de la web
La masiva respuesta ciudadana pidiendo un segundo referendo provocó el colapso de la web de la Cámara de los Comunes durante varias horas. Argumentan que la participación fue menor al 70 % y que el resultado no ganó con un porcentaje mayor al 60 %, por lo que defienden que la cita debería repetirse antes de comenzar la negociación de Londres con Bruselas para cerrar la salida de la UE. Otros ciudadanos que pusieron una cruz en la casilla de la salida ahora se arrepienten. Es el caso de la estudiante Mandy Suthi. «Me gustaría volver al colegio electoral y votar por quedarnos, simplemente porque ayer por la mañana la realidad a la que nos enfrentamos me ha abrumado», explicó. «Estoy muy decepcionada».
La abogada española Miriam González, esposa del exlíder del Partido Liberal Demócrata, Nick Clegg, también expresó su «profunda tristeza» por el brexit y sus consecuencias económicas. Opinión que comparte Claire, una ciudadana de Yorkshire que reside en Londres y que anteriormente había vivido en Holanda y Polonia. «Es una decisión muy angustiosa, no saber qué va a pasar, hay mucha incertidumbre».
Algunos británicos de ascendencia irlandesa se plantean pedir el pasaporte de Irlanda o incluso emigrar a vivir a Escocia para seguir siendo europeos. Varios cientos de ellos no dudaron en acercarse a las puertas de la casa de Boris Johnson para increparle y reprocharle la división que había provocado en el país.
En otro rincón de la capital británica, la alemana Melanie y el londinense Martin trabajan en una tienda de quesos que depende de las exportaciones al mercado europeo. «Esta decisión de Boris es por su propio interés, fue un total inconsciente. No solo acaba con la UE, sino también con la unión del Reino Unido. Creo que lo único que podemos hacer ahora es centrarnos en vender más queso», se lamenta Martin. En la misma tienda trabaja la española María desde hace cuatro años. «Notas a la gente muy decepcionada por lo sucedido, incluso avergonzada. Sienten que ha tomado la decisión gente que ya tiene la vida solucionada y que no ha mirado hacia atrás en su propia historia».