Todo un varapalo para los países del sur

M. M. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

La reacción de las Bolsas
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Algunos analistas consideran que la salida del Reino Unido es una de esas catástrofes globales que todo lo inundan, el Lehman Brothers de Europa

25 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Europa ya tiene su Lehman. Eso decían el viernes algunos analistas. Su argumento, que la salida del Reino Unido es una de esas catástrofes globales que todo lo inundan.

Y que se ceban, sobre todo, con los más débiles. En este caso, los países del sur de Europa. España, claro, entre ellos.

Y no solo porque los lazos económicos entre los dos países sean muy fuertes -entre otras cosas, los británicos son un importante socio comercial y suponen la principal fuente de ingresos para el turismo-, que también. Lo peor del brexit, dicen esos analistas -que son mayoría- es que representa una soga al cuello del proyecto europeo. La espantá británica supone una mancha en la credibilidad de la UE y, desde luego, que en la del euro. Y para una economía como la española, con una deuda desbocada y un paro de récord, el escudo que representa la divisa única resulta vital. Sin él, el país estaría perdido, a merced de la jauría de lobos que ya intentaron tumbarlo en el 2012. Fuera del euro, ¿quién confiaría en que el país podría pagar lo que debe?

El proyecto europeo sigue adelante. Es lo que dicen en Bruselas. Y en Berlín, París, Madrid... Pero ya nada será como antes. Lo resumió a la perfección el viernes el expresidente de la Reserva Federal Alan Greenspan. La victoria del brexit tendrá un efecto «corrosivo» para la zona euro. En su opinión, es «lo peor» que ha vivido en sus años de servicio público. «No hay nada como esto, ni siquiera la crisis del 19 de octubre de 1987 cuando el Dow cayó un 23 %. Entonces pensé que era el peor de los problemas posibles [...], pero esto lo es más». Y, viniendo de Greenspan es mucho decir. Fue presidente de la Reserva Federal entre 1987 y el 2006.

También el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, admitió el viernes que la salida británica es una muy mala noticia para Europa, para el Reino Unido y para España. Aunque lo «más preocupante es que pueda producir un efecto dominó en Europa».

Para evitarlo, los analistas hablan sin tapujos de mano dura. La que deben emplear Bruselas y Berlín en las negociaciones del divorcio. Para dejar claro que uno no puede dejar tirado a sus compañeros de club e irse tranquilamente. De rositas.